Periódico Alma Máter

Uno de los hallazgos más importantes de esta excavación se dio en 2013 cuando se encontraron estas cuatro columnas con las inscripciones de Amenofis III y Amenofis IV, ambos coronados, lo que significa que durante un tiempo los dos reyes reinaron juntos en Egipto, lo que modifica parte de la historia de la dinastía XVIII. Foto: Cortesía Proyecto de excavación y restauración de la tumba -AT-28-, Visir Amen-Hotep, Huy​​.

Algunos hemos soñado con vivir la experiencia de Indiana Jones al interior de una tumba egipcia o las aventuras de Rick O'Connell en La momia; caminar las ruinas y pirámides como lo hizo el mítico detective Hércules Poirot —personaje literario creado por Agatha Christie— en busca de resolver algún enigma, sería fantástico. 

Ese elemento, el misterio y la estética que encierra el universo de los todopoderosos faraones, ha hecho que el cine despierte, en millones de espectadores, la curiosidad por la historia del antiguo Egipto. 

Clara Betancur, egresada de Antropología con énfasis en Arqueología de la Universidad de Antioquia, cumplirá uno de esos sueños que parece inalcanzable: ser parte del Proyecto de excavación y restauración de la tumba del visir AmenHotep-Huy, mano derecha del faraón Amenofis III, que actualmente se realiza en Luxor, cerca del Valle de los Reyes, a 500 km al sur de El Cairo.

Cada año el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto —Ieae—, fundado en Madrid en 1997, realiza una convocatoria internacional para antropólogos, arqueólogos, restauradores, historiadores, entre otros, que quieran ser parte del proyecto. Cuatro colombianas se sumarán al proyecto; Clara Betancur —que tenía su cupo desde el año pasado y por la pandemia no había podido viajar— es una de ellas. 

«A mí Egipto me parece un tema muy interesante porque es una de las cunas de las civilizaciones; por los registros materiales que han dejado, comenzando por las pirámides, y por todo lo que se ha escrito y la posibilidad de seguir investigando», dijo Clara, en medio del asombro que le produce estar seleccionada para ir a uno de los yacimientos más importantes del mundo en los que conocerá nuevas metodologías en arqueología.

Un pasado de reinados

El visir AmenHotep-Huy fue ministro o asesor del rey Amenofis III y tuvo un papel destacado en este mandato y en el inicio del reinado del sucesor Ajenatón, su hijo. Fue el momento de un agitado imperio, pues esa transición generó un cambio político, social y religioso en la dinastía XVIII —conocida como Imperio Nuevo de Egipto— al realizar una reforma religiosa monoteísta en torno a Atón y suprimir el resto de credos, en especial el del dios Amón. 

«En el año 30 del reinado de Amenofis III (1390-1353 a. e. c.) decide hacer una serie de cambios, especialmente adorar a Atón y su hijo, que todavía se llamaba Amenofis IV, pasa a formar parte de este clero y se convierte en el primer sacerdote. Cinco años después del año 30 del reinado de Amenofis III, su hijo cambia su nombre a Ajenatón, se marcha de la ciudad de Tebas y funda una nueva en la región de Amarna, que se llamará Ajetatón. Desde allí empezará a reinar él en solitario mientras el padre estaba reinando en Tebas. Hay un reinado de corregencia de ambos reyes», explicó la doctora Teresa Bedman,  directora del Ieae, egresada de Egiptología de la Universidad de Manchester y codirectora del proyecto.  

Pese a este rol tan importante que tiene el visir, Clara, egresada de la Alma Máter, agrega que «fue vetado por la historia porque para su época fue un revolucionario y no estuvo de acuerdo con muchas cosas del Estado. Es muy importante tener la posibilidad de hacer una restauración y poder encontrar pruebas de lo que él hizo». 

Comprobar esa corregencia ha sido uno de los grandes hallazgos de este proyecto de excavación y restauración de la tumba del visir AmenHotep-Huy: en 2013 encontraron cuatro columnas con  las inscripciones de Amenofis III y Amenofis IV, ambos coronados. Significa que durante un tiempo los dos reyes reinaron juntos en Egipto. Esta es una prueba fundamental para dar claridad a lo que pasó en esos 5 o 6 años que aún no se habían explorado en la historia de Amenofis III. 

Exploración

Para esta antropóloga de Santuario, Antioquia, que nunca ha visitado Egipto —el cual conocerá en septiembre, cuando se unirá al proyecto— vivir esta experiencia será un salto importante en su vida profesional y personal. 

Clara Betancur, egresada de antropología de la Universidad de Antiquia

Según explicó a Alma Mater Clara Betancur, su trabajo consistirá en el análisis de las muestras y restos óseos de las momias, así como en apoyar la excavación del yacimiento y sus alrededores, puesto que se pueden encontrar nuevos restos y tumbas. 

«Clara encaja bastante bien dentro del equipo, por su experiencia», afirmó la doctora Bedman, y aunque la tarea principal de esta egresada de la UdeA será en la labor de excavación en la tumba aplicando su conocimiento en arqueología, su formación como antropóloga «será de gran ayuda en este momento, pues tenemos más de 500 momias que tienen que ser estudiadas y ahí es clave su presencia», agregó la codirectora del proyecto.

La misión del equipo es la excavación, estudio, documentación y puesta en valor —restauración— de la tumba del visir AmenHotep-Huy. El Servicio de Antigüedades del Gobierno egipcio confió este proyecto, desde 2009, al Ieae, que cuenta con una amplia trayectoria en este tipo de actividades. La principal fuente de financiación es el Estado español y universidades españolas —Málaga, Complutense, entre otras—, además del aporte de más de 200 mecenas particulares alrededor del mundo.

El ejemplo como inspiración

Si el cine ha sido una herramienta poderosa para despertar la curiosidad por la cultura e historia del antiguo Egipto, para Clara Betancur la inspiración fue su madre, que le marcó el camino a través del ejemplo, sembrando esa semilla que determinó su rumbo profesional. 

Su interés por la arqueología es gracias a esa docente de Ciencias Sociales y Humanas. «Cuando ella preparaba las clases para sus estudiantes veía documentales y leía revistas y libros y a mí me comenzó a gustar mucho. Me parecía fascinante que a través de los restos materiales o evidencias uno lograra reconstruir la vida de las personas», expresó Clara.