Deportes

Los resultados de la investigación invitan al desarrollo de estrategias preventivas con los deportistas universitarios de la UdeA y demás instituciones. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Alejandra Uribe F. 

¿Qué puede hacer un deportista competitivo durante unas vacaciones? ¿Cómo debe cuidarse al sufrir una lesión? ¿De qué forma puede regresar a la práctica después de haber suspendido la actividad? A responder esas preguntas se enfocó un estudio realizado por un grupo de nutricionistas deportivos de la UdeA y la Universidad CES.   

En la muestra participaron 403 deportistas representativos de la Universidad de Antioquia, quienes en el segundo semestre del 2020 —en plena pandemia por la covid-19— respondieron la encuesta que planteó el Departamento de Deportes de la institución y que fue base de la investigación. Mediante sus respuestas, los investigadores tomaron como base para su estudio los cambios alimenticios, de composición corporal, condición física y psicológica, presentados por los atletas durante el periodo de confinamiento. 

«Los datos recogidos en aquel entonces por la Dirección de Bienestar Universitario, permitieron tomar decisiones en el momento, y también se convirtieron en insumo para seguir investigando sobre el tema», dijo Eileen Zuluaga Muriel, nutricionista de los deportistas representativos de la UdeA y una de las autoras del artículo «Cambios percibidos en hábitos de alimentación, composición corporal, condición física y psicológica de deportistas universitarios durante la cuarentena por covid-19», publicado recientemente por la Revista Científica Salud Uninorte. 

Zuluaga Muriel, Carlos Martínez Caro y Sebastián Flórez Lubo —compañeros de la maestría en Nutrición Deportiva de la Universidad CES—, hicieron un análisis de la información recolectada por la UdeA y concluyeron que la cuarentena por covid-19 se asocia con cambios desfavorables en la vida de los deportistas universitarios, que específicamente se percibieron en aumento del consumo de alimentos de baja calidad nutricional, alteraciones en el peso, disminución de la condición física y sentimientos de soledad, ansiedad y mal humor.

«En la actualidad, dichos hallazgos nos muestran las complicaciones propias de la pandemia, y también se convierten en una forma de mirar y atender “las paras” en la actividad deportiva por diferentes razones como enfermedades, lesiones y vacaciones, entre otras», anotó Martínez Caro.

La investigación reveló que —al menos hasta el segundo semestre del 2020— el 89 % de los deportistas no presentaron contagios del virus causante de la covid-19; además, el 59.8 % sintió que el peso corporal empeoró y que más del 81 % realizó por lo menos una hora de actividad deportiva diaria en su casa, aunque su condición física desmejoró. 

«El 59 % de los estudiantes consultados tuvieron aumento de la masa de grasa o disminución de la masa muscular», contó Flórez Lubo, quien amplió que el 60 % de los encuestados presentaron algún tipo de dificultad psicológica por el confinamiento, manifestadas por ellos como ansiedad, tristeza, falta de concentración y sentimientos de soledad.  

«En el momento de la pandemia, la información sirvió para intensificar los esfuerzos con los bonos alimentarios para los estudiantes, la asesoría nutricional, el acompañamiento para el desarrollo de actividad física y el apoyo en cuanto a la salud mental», manifestó Juan Gabriel García López, jefe del Departamento de Deportes UdeA, quien señaló que los resultados que arrojó este estudio ofrecen la posibilidad de explorar soluciones presentes y futuras ante situaciones que enfrentan los deportistas y que no se suscriben únicamente a un contexto de confinamiento por una pandemia.

El estudio establece que los deportistas de disciplinas individuales deben tener un plan diferencial de atención, por no contar con una base social definida en cuanto a su práctica. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Alejandra Uribe F.

Más allá de la cuarentena

Según los análisis de García López, el estudio de los expertos en nutrición deportiva nos deja un compromiso principal que es evaluar de manera constante las condiciones nutricionales, físicas y psicológicas de nuestros deportistas de representación. «Conjugamos la presencialidad y la virtualidad para hacer un seguimiento, tanto en Medellín como en las regiones, y ofrecer todas las herramientas de apoyo que tiene la Universidad», acotó. 

Los resultados del estudio también dejan claro que una atención continua a los deportistas de representatividad debe tener como pilar la salud mental. «Estar al tanto de lo nutricional y físico nos había hecho pensar, de manera errónea, que los temas psicológicos estaban en un segundo plano, pero la pandemia por covid-19 nos mostró lo contrario y nos ha permitido formular planes integrales», explicó Zuluaga Muriel. 

Además, encontramos una relación directa entre la salud mental, los buenos hábitos alimenticios y el tipo de deporte. «Quiere decir que los deportistas de disciplinas individuales se vieron más afectados, por no tener los lazos sociales de equipo, y por lo tanto se tiene que pensar en estrategias particulares de atención», expuso Martínez Caro. 

Por eso el éxito del equipo multidisciplinario que se ha destinado para la atención de los deportistas competitivos en la Universidad de Antioquia. «Tenemos claridad en que contar con médicos deportólogos, nutricionistas y el personal de atención a la salud mental nos está trayendo resultados benéficos, con base en pruebas sustentadas con la investigación», anotó Zuluaga Muriel.  

Además, queda un derrotero —que no es exclusivo de la pandemia— y establece que se deben tener protocolos diferenciales de atención individual y colectiva, la virtualidad es un gran apoyo para evitar descuidos y tener atenciones oportunas en el tiempo, es necesario el trabajo de campo por parte de los profesionales que apoyan a los deportistas y que es fundamental la educación nutricional. 

«Un excelente escenario para la aplicación de los hallazgos de la investigación se ha visto en las proyecciones que estamos haciendo para los periodos de vacaciones de los atletas, a quienes se les diseña un plan de entrenamientos, una capacitación para la elección adecuada de los alimentos y una agenda abierta con especialistas para atender la salud mental», concluyó García López.