Sociedad

Ilustración, cortesía.

Entre algunos fenómenos electorales que llamaron la atención en los comicios regionales del pasado 27 de octubre, el voto en blanco se roba las miradas de analistas políticos y la opinión pública. En Antioquia, Cundinamarca, Atlántico, Bolívar y Quindío; y en ciudades como Cartagena, Barranquilla y Soacha, el voto en blanco ocupó los tres primeros lugares. 

«Se mantuvo en una proporción relativamente razonable pero en algunos lugares se disparó significativamente, según el reporte de la Registraduría en el ranquin de votos en blanco hay lugares con valores por encima del 15 % y hasta un 40 % para el voto en blanco, lo que supone que hay un nivel de insatisfacción importante en la gente que no encuentra en la oferta electoral una opción que los represente. Es el caso del municipio de Santa Catalina donde el voto en blanco obtuvo el 42% y en Fúquene el 28%, ambos en Cundinamarca» destacó Juan Carlos Arenas Gómez, analista político de la Universidad de Antioquia.

El voto en blanco en las Gobernaciones

De acuerdo con la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el 99,75% de mesas escrutadas, los votos válidos en el país para gobernación fueron 16.707.441 (88,53 %), por candidatos 14.838.007 (88,81 %) y en blanco 1.869.434 (11,18 %)

•    Gobernación de Bolívar el voto en blanco obtuvo el segundo lugar con 199.359 de votos (24.27 %).

•    Gobernación de Cundinamarca también se llevó el segundo puesto con 243.666 votos (21.39 %).

•    Gobernación del Quindío ocupó el segundo lugar con 49.508 votos (22.75 %).

•    Gobernación de Antioquia, el voto en blanco se llevó el tercer lugar con 305.119 votos (13,24 %).

•    En la Gobernación del Atlántico, el voto en blanco obtuvo 91.910 votos, (8.9 %) ocupando el tercer lugar.

El experto destacó que en estos casos, las personas acudieron a las urnas pero no escogieron las opciones electorales.

«Es interesante porque hubo un aumento en la participación de los colombianos en las votaciones generales para la Gobernación, el 61.28 % de participación, que es relativamente alto para los históricos que hemos tenido. Pero a eso le debemos restar el 11.18 % de votos en blanco, el  9.21 % no marcó la tarjeta y el 2.25 % anuló su voto. Ahí hay un número de ciudadanos que acudieron a las urnas pero no eligieron a uno de los candidatos que tenía como alternativa», agregó Arenas.  

El profesor del Instituto de Estudios Políticos de la UdeA, contrastó este comportamiento nacional con Antioquia. «El departamento obtuvo el 13,24 % de votos en blanco con una participación del 53 %, que está por encima del histórico nuestro pero por debajo de la participación nacional. El voto en blanco le ganó a seis candidatos, es decir, de ocho candidatos, seis de ellos quedaron por debajo del voto en blanco. Eso implica que quienes ganaron deben tener en cuenta ese síntoma de insatisfacción de ciudadanos, tendrían que mirar más detalladamente en dónde se expresa con mayor fuerza el voto en blanco si en las ciudades en o las zonas rurales», señaló Juan Carlos Arenas.

Ciudades y el voto en blanco

En Chía, Soacha y Cajicá, en Cundinamarca, el porcentaje del voto en blanco está por encima del 30 %. El analista político destacó que en muchos lugares la oferta electoral no llamó la atención de la ciudadanía e intentaron con el voto en blanco aunque no hayan podido triunfar.

•    Para la Alcaldía de Barranquilla, el voto en blanco obtuvo el segundo lugar con 79.852 votos, (16.12 %). 

•    En la Alcaldía de Armenia 26.289 votos en blanco (21.97 %), en segundo lugar. 

•    Alcaldía de Cartagena, 61.250 votos en blanco, (15,56 %), ocupando el tercer lugar.

La Alcaldía de Medellín obtuvo 786.802 votos válidos, por candidatos: 705.199 (89,62 %) y en blanco: 81.603 (10,37%).

«En Medellín el voto en blanco superó a los candidatos que están del cuarto lugar para abajo, tendremos que considerar que el voto en blanco había registrado un porcentaje alto, entre el 10 % y 15 % y a eso sí le atinaron las encuestas, de alguna manera, con respecto al voto en blanco funciona menos el voto útil, es decir, la gente que está convencida de que la oferta electoral que tiene en las manos no la convence y es muy difícil que finalmente termine decantándose por uno de los candidatos en vez de votar en blanco», explicó Juan Carlos Arenas. 

El analista político realizó una observación adicional, «hay que tener en cuenta el caso de Barranquilla que es significativo, hay una hegemonía en la ciudad que ha sido gobernada por la familia Char, sin embargo hubo en 16% de ciudadanos que votaron en blanco. Aunque podemos decir que no hay una oposición realmente fuerte ante los Char, el voto en blanco muestra esa insatisfacción ante opciones tan restringidas para gobernar ciudades como Baranquilla, una de las más importantes del país. Algo parecido ocurrió en Cartagena, pero estos votos en blanco no serían contra una hegemonía política sino contra la falta de oferta y liderazgo de ciertos partidos de la ciudad.», indicó Arenas Gómez.