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Periódico Alma Máter

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Academia Sociedad

El lado oscuro del floreciente turismo en Medellín

22/10/2024
Por: Johansson Cruz Lopera. Periodista de la Dirección de Comunicaciones UdeA

Medellín, que fuera catalogada como la ciudad más innovadora del mundo, recibe cada año más de un millón de turistas, siendo este sector uno de los más importantes para el desarrollo de la ciudad y la región; sin embargo, esta actividad —que representa 7 puntos del PIB de la ciudad y genera más de 110 mil empleos directos e indirectos— esconde una problemática difícil como la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, con un alto grado de impunidad.  

El Parque Lleras, ubicado en el exclusivo barrio El Poblado, es uno de los puntos críticos de Medellín donde las autoridades locales han puesto particular atención debido al incremento de casos de explotación sexual infantil. Foto: Prensa / Alcaldía de Medellín 

En abril de 2024 dos noticias pusieron a Medellín en los titulares de prensa de diversos medios nacionales e internacionales. Las dos por explotación sexual infantil, especialmente niñas menores de 13 años. La primera de ellas fue la captura del turista Timothy Alan Livingston, quien ingresó con dos menores al Hotel Gotham, ubicado en El Poblado. La segunda noticia fue la captura, en el Aeropuerto Internacional de Miami, de Stefan Andrés Correa, ciudadano estadounidense de 42 años que viajaba con la intención de explotar sexualmente a dos menores.  

Este último había ingresado, desde 2023, más de cuarenta veces a la ciudad, pactando con delincuentes los encuentros sexuales a cambio de un pago en efectivo y teléfonos celulares de alta gama. En lo que va corrido del año, según cifras de la Secretaría de Seguridad de Medellín, se han realizado 11 capturas de turistas relacionados con la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes —Escnna—  en la ciudad: siete estadounidenses, un mexicano, un chino, un tailandés y un venezolano.  

«La explotación sexual no es una problemática nueva. No comenzó en 2024 ni ha sido tan atendida como otras que han estado en la agenda política de la ciudad», manifestó Paola Velázquez Quintero, docente e investigadora de la Facultad Nacional de Salud Pública de la Universidad de Antioquia, quien hizo parte del informe de la Mesa contra la Escnna en Medellín: «Análisis de la situación de la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en Medellín y recomendaciones de abordaje para la nueva administración distrital 2024-2027».    

Cuando salen en los medios de comunicación noticias sobre este tema aumentan las denuncias, pero ese boom mediático baja de nuevo. «Ese fenómeno vuelve y sucede este año. Se le presta atención por una serie de sucesos, pero las acciones que se realizan no son suficientes. No alcanzan para cubrir toda la problemática»

La Mesa contra la Escnna en Medellín se reúne de manera periódica desde el 2010 y está integrada por representantes del gobierno local, departamental, nacional, la sociedad civil, la academia y el sector privado. Es una Mesa intersectorial en la que la Universidad de Antioquia tiene presencia por medio de investigadores de la Facultad Nacional de Salud Pública.  

Turismo depredador  

A la ciudad de Medellín —que en 2013 fue reconocida como la «ciudad más innovadora del mundo»— llegaron en 2023, según cifras de la recién creada Secretaría de Turismo y Entretenimiento de la ciudad, más de un millón doscientos mil turistas, recibió más de un millón de visitantes en 2022 y espera, para este año, superar el millón seiscientos mil turistas.  

«Hay que recordar que hace 30 años no la visitaba nadie, por la violencia. Medellín pasó de ser invisible para los turistas extranjeros a ser una ciudad muy turística», dijo Jorge Eduardo Suárez Gómez, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la UdeA. Este cambio, según el profesor, se produjo demasiado rápido y con mucha energía, y la ciudad se expuso a un turismo propio de una ciudad cosmopolita, pero que ofrece una cultura del narcotráfico que aún sigue latente en la sociedad.  

«Somos una ciudad que trae unas trazas de conflictividad, producto del narcotráfico. Quisiéramos mostrar otras cosas, pero no tenemos más», manifestó el investigador, y añadió que esa cultura del narcotráfico dejó trazas latentes en la cultura popular, que masifica un mensaje. «Tenemos a los cantantes de música latina más escuchados en el mundo —JBalvin y Karol G—, y en sus letras encontramos trazos de esa cultura del narcotráfico, de la cosificación de la mujer, las drogas. Lo hacen inconscientemente, pero ahí está»,  

¿Por qué sucede en Medellín este tipo de turismo? Paola Velásquez concuerda con Jorge Eduardo en que tenemos una cultura patriarcal, machista, en la que las mujeres soportan una violencia estética —la discriminación, el acoso y la opresión que sufren debido a su apariencia física, su cuerpo, su vestimenta o cualquier otro aspecto relacionado con su imagen— que no ocurre en otros lugares; «además, tenemos un rezago del narcotráfico que le ha dejado una carga a los hombres, sobre todo los empobrecidos: ser el duro del barrio, ser el que tiene a la mujer más linda; eso ayuda a configurar que normalicemos estos delitos», indicó.  

No es turismo sexual, es explotación sexual infantil  

La explotación sexual comercial es un delito que se presenta en diferentes modalidades, y una de ellas es el contexto de viajes y turismo. 

Según el informe de la Mesa en Contra de la Escnna de Medellín, en 2023 se registraron 315 denuncias por este delito en la ciudad y 1159 en el departamento. El informe va más allá: evidenció que de los 3014 procesos relacionados con estos hechos en la capital antioqueña entre 2010 y 2022, casi el 90 % continúan en etapa de indagación y solo el 4,1 % ha llegado a juicio.   

«Con ese nivel de atención de la justicia el mensaje que le estamos dando a las víctimas es que no hay un sistema de Justicia que las proteja», dijo la investigadora de la Facultad Nacional de Salud Pública. Agregó que hay unos vacíos en la ley que hacen difícil concretar esa judicialización; también hay una inoperancia en el sistema de Justicia que limita todo. «Esta judicialización puede parecer muy obvia, pero si no saben la diferencia entre abuso y explotación sexual en niños, jóvenes y adolescentes, ¿cómo hacen?», se preguntó.  

Jorge Eduardo coincide en que, en general, la impunidad en Colombia es muy alta, pero destaca que está pasando algo distinto con este tema que puede cambiar esa situación y es la sensibilización que hay en la ciudadanía. «Todos los casos que hemos conocido este año son producto de denuncias ciudadanas. Hay indignación ciudadana frente al tema. Ese puede ser el mecanismo que ayude a combatir la impunidad, esa indignación social. Al no quedarnos callados estamos desnaturalizando esta problemática», anotó.  

En este tema también hay un componente de rentas criminales y ahí hay un obstáculo porque estas estructuras tienen un poder que no ha podido ser tocado del todo y tienen un dominio territorial, no solo frente a este tema, sino frente a muchos otros, y eso impide atacar el problema a fondo.  

El turismo no es la causa de la explotación sexual comercial, pero sí influye. ¿Cuál es el modelo de turismo que tiene hoy la ciudad? Se pregunta Paola, «somos una ciudad y una región que se abre de lleno a los turistas: ¡Vengan, que acá pueden hacer de todo! Es un turismo diseñado para que se beneficie el que está afuera, el que llega, pero no para el que vive acá y eso genera inequidades», concluyó.  

De acuerdo con los expertos, el informe de la Mesa y las cifras de las autoridades, Medellín aún tiene rezagos de un pasado violento, marcado por el narcotráfico, que dejó unas dinámicas establecidas en la ciudad, como el control de las bandas ilegales en algunos sectores, que sacan provecho económico de la explotación sexual de menores de edad, y el imaginario de un prototipo de belleza en las mujeres que se ha explotado para promover un turismo «depredador», como dicen los investigadores.  

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