El riesgo silente de los volcanes de lodo
El riesgo silente de los volcanes de lodo
El volcán de lodo de Arboletes es una insignia turística del norte de Urabá. Lo que pocos saben es que toda esta zona tiene por lo menos 19 volcanes (domos diapíricos), producto de la presión entre las placas tectónicas sobre las que está ubicada.
Elizabeth Luna es una Madre comunitaria que convive con un volcán de lodo en el patio de su casa, en zona rural de Necoclí. Antioquia. Foto Yenifer Aristizábal G.
El pasado 30 de mayo en la vereda Palmares Cenizosa del corregimiento La Changa, de Necoclí, Antioquia, 26 familias fueron evacuadas por el inminente riesgo que corrían tras la actividad volcánica que desprendió lodo y gases con una fuerza inusual ante los ojos de los pobladores. Más de 100 personas fueron albergadas en una institución educativa local, pues sus casas y carreteras resultaron afectadas por el impacto directo de este evento producto del diapirismo de lodo —ver recuadro—.
A pocos kilómetros, en el centro del corregimiento, vive Elizabeth Luna, una madre comunitaria del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar —ICBF— a quien se le dibuja el miedo en el rostro cada que mira, menciona o escucha el volcán que crece en el patio de su casa, a menos de cinco metros del salón donde recibe a 13 niños cada mañana. «Ese volcán me botó de mi casa, temo que de pronto se la pueda tragar una erupción. La de Los Palmares fue aquí cerca, a pocos minutos, cuando ese estaba por explotar, el de acá se movía fuertemente y mi hijo me llevó a su casa para que no durmiera aquí», relató.
Poco antes de que Elizabeth tuviera que salir de su casa por temor a vivir de cerca una erupción, el norte de Urabá se había sacudido levemente con un sismo de 3.4 grados en la escala de Richter, «y estos sismos normalmente activan los volcanes de lodo, aunque no necesariamente todos a la vez», explicó el docente Vladimir Toro, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia.
Colombia está en una posición «especial», al borde de tres placas tectónicas —Sudamérica, Nazca y Caribe—, y por eso se presentan tantos sismos en el país. La placa del Caribe empujando contra la placa de Sudamérica que permite que la serranía del Sinú-San Jacinto se esté levantando, esto genera un levantamiento y presiona los sedimentos subterráneos, que posteriormente pueden salir como volcanes de lodo a lo largo de esta área geográfica.
Entre los volcanes de lodo que están en el norte de Urabá se encuentra uno de los más famosos de Colombia: el de Arboletes, que actualmente está cerrado para turistas por problemas asociados a la erosión costera. Los otros se encuentran ubicados en los municipios de Turbo, Necoclí, San Pedro de Urabá y San Juan de Urabá, entre esta región antioqueña y el departamento de Córdoba.
«En esa área hace muchos millones de años se depositó sobre una capa base a grandes profundidades material orgánico y arcilla que, en la actualidad, por diferencias de presión, asciende a la superficie de la tierra por las discontinuidades morfológicas y estructuras geológicas presentes en estos municipios», resaltó Alberto Vivas Narváez, profesional de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá —Corpourabá—, en el documento de caracterización y amenaza de los volcanes de lodo de estos cinco municipios (2019).
Los volcanes de lodo están asociados al Cinturón del Sinú, que va desde Ciénaga (Magdalena) hasta el Golfo de Urabá, el material que expulsan es lodo y gases y no contiene magma o lava. Los gases que emanan generalmente son vapor de agua, CO2 y metano (CH4), este último es altamente inflamable. «Lo que se incendian son los gases, no es el lodo», enfatizó Bustamante.
Estudiar los volcanes en terreno
En el marco del Programa Integral para el Monitoreo y Mitigación de la Erosión Costera en el Litoral Antioqueño —Pimecla—, investigadores de la Universidad de Antioquia hacen un seguimiento al volcán de lodo de Arboletes ubicado en la línea de costa.
«Queremos avanzar en el conocimiento de los factores y procesos por los cuales varía el flujo del lodo del volcán, por qué en algunos períodos presenta alta actividad con grandes volúmenes y en otros es muy baja. Queremos monitorear su comportamiento para poder predecir con buena aproximación los periodos de alta actividad, e incluir esto dentro de planes de riesgo y amenaza asociados al vulcanismo de lodo», señaló la profesora Alba Cecilia Bustamante, magister en Geomorfología y Suelos, docente de la sede de Ciencias del Mar de la Universidad de Antioquia, en Turbo.
Una de las actividades que está haciendo el Departamento Administrativo para la Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia —Dagran— junto con la Universidad, en el marco de Pimecla, es monitorear los cambios en la forma del volcán asociados a los movimientos en masa, actividad diapírica y erosión del mar, para proponer los usos más adecuados para su reapertura al público.
Ya fue entregada a la Alcaldía de Arboletes una zonificación de este volcán en particular que indica, por ejemplo, dónde no se puede construir debido a la presencia de manglares, una posible afectación por erosión o impacto a la cámara de lodo. Todo esto para promover el uso sostenible del volcán, hoy propiedad de la Gobernación de Antioquia, y declarado Parque Geológico, Natural, Ambiental, Cultural y Turístico Volcán de Lodo de Arboletes en la Ordenanza No. 11 de mayo de 2019. Allí se quiere promover no solo el turismo sino la investigación alrededor de la actividad diapírica de la región.
Para la profesora Bustamante, desde el Proyecto Pimecla, estas investigaciones son muy importantes para entender la dinámica del diapirismo de lodo en la región de Urabá, delimitando zonas vulnerables y de restricción para su habitabilidad y así proporcionar herramientas para la toma de decisiones en los Esquemas de Ordenamiento Territorial —EOT—. Se requiere de una zonificación, caracterización y monitoreo de la actividad para determinar qué comunidades deberían ser reubicadas, para que familias como la de Elizabeth Luna no duerman cada noche con la incertidumbre de una nueva erupción, esta vez, en el patio de su casa.
En la región de Urabá se han caracterizado al menos 19 volcanes o diapiros de lodo. Foto Yenifer Aristizábal
¿Qué son los volcanes de lodo y los diapiros de lodo?
El diapirismo de lodo es un fenómeno geológico relacionado con materiales de baja densidad que están en el subsuelo —arcilla, lodo y gases— aprisionados por capas de rocas de mayor densidad y sometidos a altas presiones. Estos se mueven hacia arriba y a los lados por fallas y fracturas que forman domos y deforman el terreno. Cuando salen a la superficie se llaman volcanes de lodo.
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