Porros en Colombia: al son de cuatro tocayos musicales
Porros en Colombia: al son de cuatro tocayos musicales
¿Qué tienen en común canciones como El año viejo, Fiesta en corraleja, La camisa negra, Porro bonito, Salsipuedes y El jornalero? Además de ser el alma de las fiestas colombianas, especialmente en diciembre y Año Nuevo, estas tocayas comparten el apellido porro. Una investigación de esta música en el país descubrió que el porro no es solo uno, existen cuatro ritmos diferentes a los que se les denomina así, aunque entre algunos de ellos la única similitud es el nombre.
Conjunto Alegría Parrandera en El Alto Estudios durante la grabación de uno de los porrros parranderos producto del estudio. Foto cortesía investigadores.
Si hubiera huevos le fritaba uno, pero ¿cómo hago si no hay manteca?
Si hubiera quesito le daba un pedazo, pero ¿pa’ qué si es que no hay arepa?
Si hubiera limón le hacía limonada, pero no puedo, no hay ni agüita;
Si tuviera arroz le daría almuerzo, pero no hay plato ni cucharita…
Esta icónica melodía colombiana conocida como El arruinao de Gildardo Mesa, también es un porro, un porro parrandero. Y así, la lista de canciones que tienen ese apellido, pero que no eran conocidas como porros, continúa.
La investigación —2020 y 2021— y el libro Los diferentes porros en Colombia, publicado en 2022, revela «el complejo y heterogéneo universo de aquello que llamamos porro en el país», un estudio minucioso convertido en un museo musical con páginas de historia, análisis, partituras y carátulas de discos representativos de estas tradiciones sonoras. Aborda el surgimiento y la evolución de las cuatro músicas que se agrupan en este término común: porro de banda sabanera, porro de orquesta de salón, porro de gaitas largas y porro parrandero.
«El de bandas —tocado por conjuntos conocidos en Antioquia como papayeras o pelayeras y en el Caribe como bandas sabaneras— y el porro de orquesta —como el de Lucho Bermúdez y Pacho Galán— están emparentados, son de la misma región e incluso se producían en un formato similar. Hay otros dos ritmos diferentes que también fueron llamados porro «por casualidad», según los investigadores: «en la música de gaitas largas existe el género porro de gaitas y en los conjuntos de parranda paisa del Eje Cafetero encontramos el porro parrandero», explicó Juan Sebastián Ochoa, músico, ingeniero de sonido e investigador principal del estudio.
Claudia Gómez con conjunto gaitero en San Jacinto en 1981. Foto: Libro Los diferentes porros en Colombia. Cortesía archivo Claudia Gómez.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo realizó análisis documentales, grabaciones de la industria discográfica y registros de campo. La doctora en etnomusicología Carolina Santamaría Delgado señaló que buscaban entender a qué nombraban porro los diversos grupos sociales y cuáles eran las características de esta clasificación hecha por la gente.
«El conjunto de grabaciones de música tropical y de otros tipos llamadas porro es grande, tratamos de encontrar un elemento musical que lo caracterizara. Lo estudiamos y llegamos a un listado final de 95 canciones: hicimos las transcripciones a las partituras y a partir de ello destacamos las características más comunes y tipologías, así llegamos a esos cuatro», indicó Santamaría Delgado, coordinadora del grupo de investigación Músicas Regionales, adscrito a la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia.
Porros, en plural
De acuerdo con el estudio, los porros de banda y de orquesta son los más conocidos en el país y «no corresponden a una supuesta evolución de las músicas tradicionales de pitos y tambores, sino que tienen su propia historia».
Oriundos del Caribe colombiano, los porros de banda se interpretan con duetos o tríos de trompetas, trombones, bombardinos, clarinetes e instrumentos de percusión como el bombo, el redoblante y los platillos.
Los porros de orquesta de salón se dividen en los más elegantes, con «mínimo tres trompetas y tres saxofones», y en los más sencillos, con «dos trompetas y dos saxofones e incluyen con frecuencia clarinetes y el bombardino», explica el libro.
En contraste, los porros de gaitas largas y los parranderos son manifestaciones musicales distintas, con características únicas y sin mayores conexiones sociales e históricas. Es decir, solo son tocayos.
Portada del libro Los diferentes porros en Colombia. Foto cortesía investigadores.
También hay diferencias en los instrumentos. Mientras que en el porro de gaitas largas —nacido en la Serranía de San Jacinto y el Canal del Dique en Bolívar— se usa la maraca, el tambor llamador y el bombo, en el porro parrandero se usan guitarras melódicas, requintos, rítmicas y bajo, la guacharaca, el bongó y, en ocasiones, la campana y el timbal.
Aunque tiene una música y melodía parecida con pequeñas variaciones, el ingenio para hacer versos de doble sentido con elementos jocosos son características particulares del porro parrandero. «El hallazgo de una categoría de porro consolidada en la música parrandera paisa nos tomó por sorpresa. Los aspectos más destacados son la picardía y la agudeza propias del repentismo verbal, su humor picaresco y el doble sentido, en ocasiones, con una fuerte tendencia machista», expusieron los científicos musicales y sociales.
Además del libro de partituras, de esta exploración surgieron las composiciones, los arreglos y las grabaciones en estudio de 29 porros. «La idea era componer obras en las que pudiéramos emular los distintos tipos de porro en sus formas más clásicas de hacer. Compusimos tres de banda, cinco de orquesta, dos de gaita y uno parrandero, tratando de que sonaran viejos, tradicionales, y grabamos versiones de 10 porros en el formato de guitarra y voz y 8 más en formato electrónico», agregó Juan Sebastián Ochoa, profesor de la Facultad de Artes de la UdeA.
Este tipo de investigaciones son importantes debido al aporte al patrimonio artístico colombiano: «Nos pone en un espejo. La música no solo es bella, es una expresión social de un momento y época en particular. Nos muestra quiénes somos, nos permite conocernos para reconocernos; para eso son las investigaciones en humanidades», destacó Santamaría Delgado, magíster en Estudios Culturales.
Sobre la investigación
En septiembre, el estudio de porros ganó el premio de la Fundación Alejandro Ángel Escobar 2022 en la categoría investigación de Ciencias Sociales y Humanas. En ella participaron nueve artistas, intérpretes, compositores, arreglistas, investigadores y coleccionistas adscritos a la Universidad de Antioquia, la Institución Universitaria Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, en Cartagena, y la Corporación Sonidos Enraizados, de Bogotá. Además, se realizó una colaboración con la orquesta de música tropical La Pascasia para la grabación en vivo de los cinco porros de orquesta producidos.
Escuche a continuación la creación musical producto de la investigación Los Diferentes Porros en Colombia
Portal U de A - Redes Sociales - WCV(JSR 286)
Portal U de A - Datos de Contacto (Noticias) - WCV(JSR 286)
Portal U de A - Comentarios de Facebook - WCV(JSR 286)
Listado Lo más popular
-
Academia Sociedad
Resultados del diálogo y negociación con la mesa multiestamentaria | Comunicado
13/12/2024