La Innovación Transformativa como mecanismo de desarrollo
La Innovación Transformativa como mecanismo de desarrollo
Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructura
La industria, la innovación y la infraestructura constituyen para las Naciones Unidas motores fundamentales del crecimiento y el desarrollo económico, por tanto, su promoción y práctica responsable es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS–.
Lo anterior se debe especialmente a la alta concentración poblacional en las urbes, alrededor del 50% de la población mundial habita en ciudades, que implica la necesidad de trabajar por soluciones de transporte, prestación de servicios públicos domiciliarios y telecomunicaciones, esta última en aras de garantizar la conectividad, el acceso a la información y el conocimiento para cerca de 4.000 millones de personas, de las cuales 90% habita en países en vía de desarrollo (UN, 2018).
Sin embargo, no se logra visualizar que sean estos países donde se lideren los procesos y las prácticas que den respuesta a semejantes retos sociales y que podrían abordarse desde la innovación transformativa para así disminuir tan preocupantes brechas; Para ello el profesor Johan Schot de la Universidad de Sussex y para la fecha director del Science Policy Research Unit (SPRU), sugiere un marco de acción vía políticas públicas el cual sugieres tres marcos clave, tal como lo presentó en el Foro Consultivo Científico y Tecnológico que se llevó a cabo en México en 2018.
El primer elemento, o marco como le denomina el profesor Schot, hace referencia a la inversión necesaria en actividades de ciencia, tecnología e innovación (ACTI) en diferentes países, medida como el porcentaje que se destina para ello del Producto Interno Bruto (PIB). Países con altos niveles de desarrollo suelen tener inversiones iguales o superiores a un 2%. En Colombia esta cifra es alrededor de un 0.61% del PIB, y cabe precisar que se incluyen recursos del Sistema General de Regalías.
Esto implica que está significativamente por debajo de una inversión que posibilite la creación de políticas de estímulos para la investigación, para la apropiación del conocimiento y mucho menos para la formación de alto nivel requerida por la academia y la industria nacional (niveles de maestría y doctorado), en aras de favorecer la investigación básica y aplicada y propender el desarrollo humano y sostenible.
El segundo marco, es el fortalecimiento del Sistema Nacional de Innovación (SNI) o Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), en nuestro país. Su propuesta sugiere que éste sea responsable por gestionar el conocimiento que se genera de la práctica de las ACTI, donde las políticas de ciencia y tecnología van a la par con las de innovación y con una clara orientación hacia la competitividad. La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI) representa para Colombia una gran oportunidad de fortalecimiento al SNCTI.
Sin embargo, existe un rezago histórico en la inversión hecha en el país desde la creación de Colciencias en el año de 1968, especialmente en lo que tiene que ver con “Crear las condiciones para el fortalecimiento de la capacidad científica, tecnológica, de innovación, de competitividad y de emprendimiento, y la formación de investigadores de Colombia” que señala el quinto de sus objetivos generales. Este marco de acción demanda no sólo capacidad de gestión, también requiere la inyección de recursos que posibiliten dicha tarea.
Finalmente, el tercer y último marco que presenta Schot propone un alto en el camino del ejercicio de la innovación tal como se ha enfocado hasta ahora. La propuesta se da principalmente a que no se suele priorizar las problemáticas desde, con y para la sociedad, en otras palabras, no hay inclusión en la construcción de soluciones.
En respuesta a ello propone lo que denomina el “cambio transformativo”, es decir usar la Investigación, el Desarrollo, y la Innovación para la solución de retos sociales. Un ejercicio similar se presentó en el país el año anterior, liderado por COLCIENCIAS, con el propósito de dar respuesta a los desafíos expresados en la Agenda 2030, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que hasta ahora es una política.
Queda entonces para reflexión, si la Innovación Transformativa podría ser un mecanismo que permita a Colombia reducir las amplias brechas sociales que le afectan y la calidad de vida de los millones de personas que no gozan de los beneficios de los desarrollos científico-tecnológicos actualmente incorporados en múltiples innovaciones y que no están al acceso de todos ya que las mismas no fueron pensadas para suplir dichas necesidades, sino con una finalidad meramente económica. Finalidad que la práctica de la Innovación transformativa no desconoce, y en la cual propone añadir modelos sostenibles de negocio, tecnologías amigables con el medio ambiente y prácticas responsables.