Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2O1
Clic aquí para ir a la página gov.co
Emisora UdeA
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL240

Listado

Z7_NQ5E12C0LO02E0QOBJGLM10OC2

La prótesis sigue siendo el ‘talón de Aquiles’ en el proceso de rehabilitación de las personas con amputación en Colombia

Los accidentes de tránsito y las enfermedades crónicas no transmisibles son las principales causas de amputación de las extremidades inferiores en el país. Una condición cuya atención requiere la participación de un equipo interdisciplinario que le pueda ofrecer al paciente intervenciones en el ámbito de la terapia física, ocupacional, la rehabilitación cardiopulmonar, la evaluación por fisiatría y psicología con miras a lograr su reintegro a la vida social y productiva.

8 de junio de 2022

“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, la popular frase del científico, matemático e inventor Arquímedes ha sido utilizada por siglos en diferentes contextos y situaciones, y en Colombia no ha sido la excepción. Para Deiber Contreras desde el 2019 esta frase se ha convertido en una realidad, porque desde entonces, su familia - esposa y dos hijos – son la ‘palanca’ en la cual se apoya para ponerse de pie y caminar. Hace dos años, Deiber tuvo un accidente, su estado durante horas fue crítico y el desenlace fue la amputación de una de sus extremidades, todo para salvar su vida. 

“ El12 de noviembre de 2019 tuve un accidente automovilístico que comprometió mi pierna derecha. Al comienzo fue muy duro, pero a medida que va pasando el tiempo y con el apoyo de los niños, de la familia y la orientación médica y psicológica he ido asimilando mi nueva condición”, dijo el hombre, quien desde hace un año usa una prótesis, la cual necesita cambiar porque ya no se ajusta a su muñón. Es la segunda vez que esto le sucede. 

En Colombia, el trauma ocasionado por accidente de tránsito es la principal causa de amputación en personas menores de 50 años, seguida por accidente laboral, agresión, accidente ofídico y las minas antipersona.

En los mayores de 60 años, las enfermedades crónicas no trasmisibles, como la diabetes mellitus y las enfermedades vasculares, pueden marcar la diferencia entre tener o no una extremidad, con una proporción de cuatro hombres por cada mujer.

Desde el 2008, el grupo de Rehabilitación en Salud, adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, ha liderado diversos proyectos de investigación sobre esta condición, que han dado origen a productos como:

Además, está la Ruta Integral de Atención en Salud del Paciente Amputado sobre la cual se publicó el artículo: Ruta integral de atención en salud para personas con amputaciones de miembro inferior, para mejorar el funcionamiento y la calidad de vida, así como cinco videos educativos para pacientes diabéticos y la  aplicación móvil GRESApp disponible para IOS y Android. 

“Desde hace más de una década trabajamos en la generación de conocimiento en torno a la amputación del miembro inferior porque nos interesa la cualificación del talento humano en salud, la atención oportuna, la rehabilitación, la reincorporación social y la calidad de vida de los pacientes amputados”, aseguró la Dra. Luz Helena Lugo Agudelo, coordinadora del Grupo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, quien además agregó que “los productos desarrollados como la Guía de Práctica Clínica y la Ruta Integral de Atención en Salud han contado con el respaldo de asociaciones científicas, IPS, EPS, académicos e investigadores de la Universidad Javeriana, la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia y, por supuesto, Minciencias (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación), el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS) y el Ministerio de Salud y Protección Social”.

Actualmente, el grupo se encuentra en el cierre de un proyecto de investigación enfocado en la efectividad de la Telesalud para mejorar la implementación de la Guía de Práctica Clínica para amputados, en el que participaron 408 pacientes, de los cuales 357 fueron amputados por causas médicas y 51 por causas traumáticas. Del total de los participantes, el 63,4% son hombres y el 36,6%, mujeres.

Después de la amputación ¿qué?

De acuerdo con el Dr. Jesús Alberto Plata, docente e investigador de la Facultad de Medicina de la UdeA, luego de la amputación del miembro inferior la persona debería acceder a un programa integral de rehabilitación que podría durar entre 4 y 6 meses, que comprende varias fases durante las cuales intervienen diferentes profesionales de la salud.

“En la Guía de Práctica Clínica que elaboramos y fue adoptada por el Ministerio de Salud en Colombia se establecen desde los criterios de una amputación, las recomendaciones para prescribir una prótesis, los cuidados y vendajes de un muñón, hasta el tipo de alimentación, las actividades diarias y los ejercicios físicos a realizar antes y después de una amputación”, explicó el docente. 

Retos como país

Por su parte, la Dra. Lugo Agudelo señaló que, si bien el país ha avanzado en términos de la rehabilitación de la persona con amputación, aún enfrenta retos en la atención integral.

“Es prioritario que en Colombia se desarrolle un modelo integral de atención para que las personas amputadas puedan acceder a los servicios en salud, avanzar en su rehabilitación y obtener la prescripción de la prótesis en un mismo lugar”, explicó la coordinadora del grupo de Rehabilitación en Salud, quien agregó que como sociedad se debe trabajar fuertemente en el reintegro social y laboral adecuado y sin discriminación de esta población. 

Entre los resultados de la investigación se evidenció que una de las debilidades del sistema colombiano está en la entrega de la prótesis, pese a que estas están cubiertas en el plan obligatorio de salud.

De acuerdo con el profesor Plata, si bien el uso de prótesis podría darse en los siguientes 4 meses a la amputación o, en casos especiales, 48 horas después de la cirugía, en el país este proceso puede tardar hasta un año, situación que afecta la calidad de vida de las personas.  Por ejemplo, de los 408 pacientes incluidos en el estudio solo 214 fueron candidatos para recibir una prótesis, porque durante el proceso 131 fallecieron, lo que indica una mortalidad del 32,1% de esta población, y 63 estaban en cama. De los 214 pacientes candidatos a prótesis se les prescribió a 76, pero al cierre del proyecto tan solo 36 la han recibido.

“Garantizar la disponibilidad de la tecnología, es decir, de las prótesis y su adaptación es uno de los grandes retos que tenemos como país”, explicó el docente, quien agregó que facilitar el acceso a los servicios en términos de oportunidad en la atención y equidad, sin importar el tipo de aseguramiento es otra de las tareas pendientes, así como la construcción y operación de un sistema de información que permita evaluar y hacer seguimiento a las personas amputadas, que sirva, además, para hacer monitoreo de los programas y los resultados logrados en salud.

Y, mientras los investigadores Lugo Agudelo y Plata le siguen hablando a los actores y tomadores de decisiones en salud con información basada en la evidencia sobre los retos y criterios para la atención oportuna, humanizada y de calidad a pacientes amputados, Deiber Contreras le habla a quienes como él han perdido una de sus extremidades.

“Tengan paciencia. Iniciar es muy duro, no es fácil despertar y ver un muñón, pero todo tiene un propósito. De seguro, más adelante les llegarán nuevas bendiciones como ha sucedido conmigo”, puntualizó.  

 

Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL241
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2K2