Listado

Entre los principales commodities del mercado colombiano, el petróleo, acompañado del gas y el carbón, ocupa el primer lugar entre las materias primas que exporta el país.

Por: Lourdes Cruz Cárdenas -Facultad de Ciencias Económicas-

El precio del petróleo de referencia Brent, en lo que va corrido del mes de marzo de 2021, ha llegado a máximos de US$71,38 y en promedio a US$66,40 que, frente a los meses iniciales de la pandemia, incluso desde enero de 2020, es su mejor registro.

Dicho comportamiento se explica por la reactivación paulatina de la economía mundial, así como por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo –OPEP– de mantener los niveles de producción de marzo para el mes de abril, con el fin de seguir equilibrando el mercado. Sin embargo, el precio de este commoditie también depende de las restricciones que antepone la pandemia, los niveles de vacunación en el mundo y la respuesta de las personas a la vacuna del Covid-19, la tasa de cambio y otros factores económicos que inciden en su volatilidad.

A nivel mundial, Colombia no es un país potencialmente exportador de petróleo, pero es el cuarto productor de crudo en América Latina con un costo de producción por barril cercano a los US$53, ante lo cual, señaló el economista Carlos Mario Correa Londoño, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas, “por cada dólar de incremento en el precio del petróleo Brent y estando por encima de los USD$60, representa un crecimiento en los ingresos fiscales de manera adicional; por consiguiente, contribuye a mejorar las condiciones de la política social que se traduce en mayores recursos y oportunidades en el país para apalancar las inversiones regionales y el ajuste fiscal a causa de la pandemia”. 

Adicional, explicó el Magíster en Economía y Finanzas, la clave es cuando los precios del petróleo se traducen en un ingreso mayor en pesos colombianos, es decir, acompañado de una depreciación de la moneda local; con un mayor tipo de cambio que se traduce en más recursos para las empresas petroleras, aumento en las exportaciones, impacto en la generación de empleo formal y mayor crecimiento de la economía. Aunque esta situación se presenta pocas veces.

Si bien es una oportunidad que beneficia la recuperación económica del país, lo ideal es que las exportaciones no sigan concentradas en productos minero-energéticos y, por el contrario, la oferta exportadora pueda diversificarse. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE–, el 61% de las exportaciones en 2019 estuvieron asociadas con este tipo de productos, pero su contribución al crecimiento económico del país sólo fue del 3,3%. 

Así mismo, según documento Conpes 4023 sobre Política de reactivación, repotenciación y crecimiento sostenible e incluyente de Colombia, reconoce en su diagnóstico que: “las exportaciones colombianas tienen alto grado de concentración en pocos productos con bajos niveles de sofisticación, representados en su mayoría por materias primas y productos agrícolas”.

En tal sentido, resaltó Mauricio López González, profesor de la FCE y director del grupo de Macroeconomía Aplicada, el país tiene una oportunidad importante para aprovechar y diversificar la canasta exportadora en bienes manufacturados, “cuando podemos exportar otro tipo de bienes asociados con la industria o los servicios, no solamente ganamos valor, sino que también hay un impacto sobre el empleo”. No obstante, el académico hizo énfasis en que, al ser bienes manufacturados, supone un componente de innovación y tecnología. 

De izquierda a derecha, los profesores Carlos Mario Correa Londoño y Mauricio López González

Según el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial –FEM–, en 2019 Colombia fue la cuarta economía más competitiva de América Latina y en materia de infraestructura obtuvo 64 puntos sobre 100, pero la conectividad y eficiencia de los puertos llegó a la mitad del puntaje total, la eficiencia de los aeropuertos alcanzó 57 puntos y la calidad de las carreteras estuvo por debajo de 40. Ahora, en materia de innovación, perdió cuatro puestos y el ítem para gasto en I+D (Investigación más Desarrollo), está entre los valores más bajos del subíndice.

Lo anterior, se suma a otro problema de competitividad que tiene el país, así lo explicó el profesor Correa Londoño, “los productos colombianos son poco competitivos en precios a nivel internacional, pues son muy intensivos en mano de obra, lo que los hace muy costosos y al ser exportados, resulta difícil competir en otros mercados.”

Por lo tanto, insistió el profesor López González, “la tecnología y la innovación en términos de supervivencia exportadora, es decir, empresas que logran permanecer vigentes en los mercados internacionales, se convierten en elementos muy importantes”.

Efectos por aumento de precios

De otro lado, indicó López, experto en finanzas públicas, asociado al petróleo hay otras materias primas, de modo que, cuando crece el precio del crudo, crece el precio de muchas materias primas que requiere la industria, de allí que aumenten los costos de producción y por tanto la inflación.

Adicional, recalcó el profesor Correa Londoño, mayores ingresos en el tipo de cambio y el precio del petróleo producen mayor consumo y, por ende, la pérdida de poder adquisitivo, además, dijo: “una tasa de cambio más alta podría desfavorecer los ingresos de la población, debido a que las materias primas y los productos terminados importados suben de precio, aumentando el costo de las importaciones”. 

Finalmente, mientras los precios de materias primas como el oro, el cobre, el níquel, el café y hasta el petróleo en su momento, estén al alza, deberían ser recursos que se trasladen a actividades económicas más modernas, para beneficiar la productividad y los ingresos de la población, toda vez que, concluyó el profesor Correa, Especialista en Gerencia Financiera, “para inversión de portafolio, siempre será una alternativa, pero como sector que jalone la economía no es un proceso viable de corto plazo y dependerá de múltiples factores”.

Imágenes tomadas de: www.pexels.com