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Un fallo de tutela otorgó el reconocimiento de derechos fundamentales a la dignidad humana, al libre desarrollo de la personalidad y la personalidad jurídica en contexto con la identidad de género. Este caso fue llevado a cabo por el equipo del Centro de Atención en Género y Diversidad Sexual, programa del Consultorio Jurídico de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.

Santiago Ayala Jiménez llevaba 8 años y medio con endocrino y psiquiatra para poder realizar su proceso de cambio de género. En el 2021 logró cambiar legalmente su nombre a Emma Maxim Ayala Jiménez. Sin embargo, decidió frenar todo el proceso por temas de salud. Los efectos secundarios psicológicos y corporales eran muy fuertes y presintió que, si no paraba el tratamiento, podía empeorar su estado de salud.

Paulatinamente dejó todo el proceso, no solo de intervención física hormonal, sino que cambió su manera de vestir y actuar como Emma para aceptarse tal cual era. Luego buscó destransicionar su género en la notaría, pero se encontró con la negativa de recuperar su nombre legal inicial.
 
La notaría argumentó que no habían transcurrido los 10 años requeridos por el Decreto 1227 de 2015 y que la modificación del registro para corregir su nombre solo se podría disponer por una sola vez mediante escritura pública, conforme a la limitación del Decreto 1260 de 1970, modificado por el artículo 6 del Decreto 999 de 1980, en su artículo 94. 

Ante esta situación, acudió al Centro de Atención en Género y Diversidad Sexual que intervino y presentó una acción de tutela para restablecer los derechos a la personalidad jurídica, libre desarrollo de la personalidad y dignidad humana de la persona afectada. 

Después de un proceso legal que se prolongó por más de un año y medio, el equipo del Centro de Atención, encabezado por la coordinadora Laura Ossa Silva y la practicante Manuela Pérez Soto, desempeñó un papel importante en la búsqueda de la justicia. Incluso, presentaron en su momento un derecho de petición a la notaría, que inicialmente fue denegado. 

Finalmente, la tutela fue interpuesta y recientemente falló a favor de Santiago. La Notaría y la Registraduría han mostrado su compromiso para agilizar el trámite y ahora Santiago tiene la oportunidad de completar el proceso de restablecimiento de su identidad, rectificando su cédula en la registraduría.

“Todo el proceso de la transición como Emma me ayudó a pulir y formar mi carácter, no me arrepiento de lo que viví, porque supe que es eso y porque lo viví en carne propia decidí no sufrir más y quedarme en una situación que solamente me traía problemas”, comentó Santiago.

Este fallo marca un precedente importante en el marco de los derechos de la población LGBTI en Colombia y en especial en las consideraciones sobre la personalidad jurídica en Colombia. 

09/02/2024

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas
Espíritu Crítico y Compromiso Social
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