Nota: palabras pronunciadas en representación de las/los graduandos en acto de graduación colectivo en el Campus Turbo, con participación de tres unidades académicas (FCE, FNSP y EIB). Con el fin de difundir, se suprimieron dos líneas que hacen una referencia personal.

Discurso de graduación
6 de marzo de 2025

Queridos compañeros, profesores, directivos familiares y amigos:

Hoy es un día de celebración, un día en el que culminamos una etapa que nos ha exigido esfuerzo, disciplina y perseverancia. Nos despedimos de estos años de aprendizaje con el corazón lleno de gratitud y con la certeza de que la Universidad nos ha transformado, no solo como profesionales, sino como seres humanos comprometidos con nuestras realidades sociales. La educación pública ha sido el faro que nos ha guiado hasta aquí, y es nuestro deber defenderla para que siga iluminando el camino de las generaciones que vienen detrás. Por eso, hoy queremos recordar que la Universidad de Antioquia es un patrimonio que no nos pertenece solo a nosotros, sino a todo un pueblo que la ha sostenido en pie de lucha y esperanza durante más de 200 años.

Agradecemos de corazón a quienes nos inspiraron a emprender este bonito camino y nos apoyaron hasta el final: a nuestras madres, padres, abuelos, hermanos, parejas y a quienes nos acompañan desde el cielo. Muchos de ellos no tuvieron la oportunidad de ser profesionales, pero nunca dejaron de esforzarse para que hoy estemos aquí, a punto de recibir nuestros títulos. No podríamos continuar estas palabras sin expresar nuestro más sincero agradecimiento a los profesores, quienes con su conocimiento y vocación nos desafiaron a pensar más allá de lo evidente. […] Recordaremos las aulas que fueron nuestro espacio de aprendizaje llevándonos, con nosotros, conocimiento, experiencias, las amistades y las enseñanzas que nos han moldeado. Recordaremos cada rincón de la U donde almorzábamos, compartíamos con nuestros compañeros y realizábamos trabajos en equipo. También llevaremos en nuestra memoria el saludo y la sonrisa de quienes nos recibían en la entrada, en la cafetería, las oficinas administrativas y las personas del servicio general. A todos ustedes, muchas gracias.

Hoy la universidad nos entrega a la sociedad como profesionales, pero más que eso, como agentes de cambio. Nuestro conocimiento no es solo un logro personal, sino una herramienta para servir, para aportar, para generar impacto en nuestras comunidades. Independientemente del campo en el que nos desempeñemos, y el camino que tomemos -ya sea emprender o emplearnos- llevamos con nosotros la responsabilidad de hacer nuestro trabajo con ética, compromiso y vocación. Este mundo y las empresas de hoy necesitan no solo buenos profesionales sino también buenas personas.

Decimos gracias a la Universidad, cuna de nuestros sueños y el lugar donde los anhelos de los obreros, campesinos y sus hijos se convierten en realidad. Aquí aprendimos que el saber no tiene dueño, sino propósito. Hoy nos vamos con la responsabilidad de honrar este conocimiento y de llevar el nombre de nuestra alma máter con orgullo. Porque la UdeA nos formó y nosotros, desde cada rincón en el que estemos, la defenderemos.

¡Pública la recibimos, pública la entregamos y pública queremos que permanezca!