Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2O1

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
sábado, 27 de abril 2024
27/04/2024
Síguenos
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL240

Listado

Z7_NQ5E12C0LO02E0QOBJGLM10OC2

75 años después, Gaitán no se ha rendido

El pasado 19, 20 y 21 de abril tomó lugar en el Edificio de Extensión de la Universidad de Antioquia el evento Gaitán Hoy: Pensamiento y Acción, organizado por la Unidad Especial de Paz y la Facultad de Comunicaciones y Filología de la Universidad de Antioquia, con el apoyo de la Fundación Universidad de Antioquia y la Vicerrectoría de Extensión.

El evento tuvo el objetivo de conmemorar la vida y obra del jurista, escritor, profesor, orador y político colombiano Jorge Eliecer Gaitán, y la importancia de su figura y pensamientos en la Colombia de hoy, a más de 75 años de su asesinato.

Este evento además se hizo con el fin de apoyar la lucha de las víctimas que ha dejado el conflicto armado contra el olvido y el conocimiento de la verdad. No es coincidencia que el 9 de abril no solo se recuerde el asesinato de Gaitán, sino que también se conmemora el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas. Después de todo, la memoria de Gaitán es también la memoria de las víctimas.

Para eso se desarrollaron múltiples actividades académicas y culturales a las que fueron invitadas distintas personas y organizaciones que han sido influenciadas por la vida y la obra de Gaitán, y que también han sido impactadas por las mismas condiciones y desigualdades sociales contra las que el líder se manifestó décadas atrás.

Entre las figuras invitadas se destacan la hija de Jorge Eliécer Gaitán y una de las principales preservadoras de su obra, Gloria Gaitán; la nieta del caudillo y actual directora del Centro Nacional de Memoria Histórica, María Gaitán; y también otras personalidades colombianas que han tenido que enfrentar panoramas similares al que sufrió Gaitán, como Consuelo Arbeláez, sobreviviente de la persecución y el exterminio del que fue víctima la Unión Patriótica.

Asimismo, se contó con la asistencia de académicos y líderes, como Mauricio Uribe, Doctor en Ciencia Política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; Mary Roldan, historiadora de la Universidad de Harvard; Juan Alberto Carabali, politólogo y Magíster en Desarrollo Humano, además de defensor de derechos humanos; y Edwin Arias, director del Museo Casa de la Memoria de Medellín.

Además se le abrió la puerta a expresiones culturales como la obra de teatro Gaitán, llevada a cabo por el grupo Semillas del Común, un grupo teatral de hijos e hijas de firmantes de paz dirigido por el músico, teatrero, poeta y folklorista Jaime Nevado, quien una vez militó en las FARC-EP; el performance musical de Las Madres de la Candelaria en la cual honraban a sus desaparecidos; y la película colombiana Confesión a Laura, que revive los eventos 'Bogotazo’ a través de las historias de tres personajes.

Por la último la Unidad Especial de Paz y el Grupo de Estudios en Literatura y Cultura Intelectual Latinoamericana de la Universidad de Antioquia, presentaron el libro GAITÁN: Memoria e historia a 75 años de Bogotazo, en donde se resalta la vigencia y se comparte a las nuevas generaciones buena parte de su legado político, y las piezas oratorias que mejor reflejan su acción pública y su deseo de construir una nación en paz, un accionar político que lo llevó a ser inmortalizado en la historia de Colombia. En palabras de su hija, “Gaitán es semilla y no Cadáver”.

Cada una de las actividades desarrolladas aportaron una pieza para comprender quién era Gaitán, cuáles eran sus ideas e importancia hace 75 años, y, quizá más importante aún, cómo podemos retomar su legado para continuar sus luchas en la Colombia actual.

“Su imagen vive en la Colombia más profunda y necesitada de sus palabras, de su pensamiento. Su sacrificio no fue en vano. Recordarle es un acto de rebeldía, de resistencia y de desafío”, sentenció el director de la Unidad Especial de Paz, Hugo Buitrago, al inicio del evento el 19 de abril.

Entendiendo a Gaitán

Para comprender el porqué a 75 años de su asesinato se continúa hablando de él, primero hay que hablar de lo que significó la aparición de una figura como Gaitán en la Colombia de los años 30 y 40.

De acuerdo con Mary Roldán, uno de los primeros hitos a partir de los cuales podemos entender a Gaitán es su participación en la divulgación e inmortalización de la masacre de las bananeras.

“Gaitán va a Santa Marta y averigua sobre lo que ha pasado con la masacre de los sindicalistas que participan en la vuelta bananera, y luego reporta en el Congreso todo lo que había pasado Eso no se había hecho antes", explicó Roldan el 19 de abril.

“Fue traer las vivencias de lo ignorados”, añadió la académica, “las vivencias del pueblo, y considerar esto, la masacre, como algo importante para el país, y no como algo que pasó por allá y que no interesa”.

Esto mismo caracterizaría a Gaitán, pues, como indicó Mauricio Uribe, citando a Antonio Caballero, “Gaitán fue el hombre que se inventó el pueblo, fue la primera voz que tuvieron los ignorados en Colombia”.

Y esto tiene particular relevancia, pues en aquel entonces en el país proliferaban pensamientos como el de Laureano Gómez, un discurso hostil y excluyente que, de acuerdo con Mauricio Uribe, despreciaba a las etnias no blancas, que conformaban y conforman un gran porcentaje de la población de Colombia, y las señalaba de padecer “los defectos del indígenas: falso, servil y abandonado y repugna todo esfuerzo y trabajo”, explicó Uribe citando uno de los discursos del quien sería presidente de Colombia en los años 50.

“Esa desconexión entre el pueblo y las élites”, explicó el académico, “era lo que quería romper Gaitán, este menosprecio, esta idea de que el pueblo no se siente parte de un proyecto colectivo”.

Esto mismo queda evidenciado en los discursos de Gaitán, como consta en el libro GAITÁN: Memoria e historia a 75 años de Bogotazo: “La oligarquía no comprende que pueda ser candidato a la Presidencia de la República uno de vosotros, el pueblo, sin el previo permiso o asentimiento de ellos, aun cuando lo sea en nombre de la República y por autoridad del pueblo”.

Y Gaitán consiguió convertirse en un representante de ese pueblo ignorado, afirmó Mary Roldán. ¿Cómo? En parte, por medio de sus discursos.

La académica explicó que por aquel entonces las élites conservaban el monopolio del debate público por medio de los periódicos: los únicos que publicaban en la prensa de un país en el cual más del 70% de la población era analfabeta eran las elites, elites que en su mayoría compartían las opiniones de Laureano Gómez.

En esa comprensión de la realidad del país, Gaitán decidió que sus discursos no aparecían en los periódicos, por lo menos no antes de ser transmitidos primero por la radio.

“Recordemos las emociones, la intimidad que se puede construir en la radio”, expuso Roldan. “Lo que la gente sentía al escuchar a Gaitán era ‘me está hablando a mí, es alguien que me reconoce, alguien está hablando de mis problemas, alguien se está comunicando conmigo’ y eso tiene unas repercusiones enormes”.

A esto se le debe agregar algo más, algo que María Gaitán, explicó con breves palabras: “Gaitán tenía muy claro su sangre indígena y su cercanía con nuestros ancestros de la diáspora africana. Se sentía muy orgulloso de su sangre”.

Y eso quedaba manifestado en sus discursos: “nos sentimos muy orgullosos de esta vieja sangre indígena, las tumbas de nuestros ancestros, nuestros padres, nuestras madres, abuelos, es el altar en donde repondremos nuestras energías”, se escuchó tronar la voz de Gaitán en alguno de los audios reproducidos durante el evento.

Básicamente, mientras que la mayoría de los políticos colombianos despreciaban a la gran mayoría de los habitantes de Colombia, Gaitán intentaba llegar a todos, buscaba que se sintieran parte de un nuevo proyecto político.

"Lo que hizo Gaitán", comentó Juan Alberto Carabalí, "fue conectar y movilizar lo que siempre fue negado. Fue enfrentarse a esa idea de que solo los que eran blancos importaban y podían hacer política, y podían construir".

Sobre esto Roldán añadió: “Por primera vez los ignorados sentían que sí tenían derechos, se sentían colombianos por primera vez”.

El haber escuchado, y preocuparse por la población ignorada, le dio un enorme poder a Gaitán, un poder que se vio reflejado en por ejemplo la Marcha del Silencio, liderada por Gaitán en febrero de 1948, como protesta pacífica a los abusos y la violencia perpetrada por las fuerzas militares, el Gobierno de Mariano Ospina Pérez y el Partido Conservador contra simpatizantes gaitanistas.

“Las élites estaban convencidas de que el pueblo era estúpido, incivilizado, y que no era capaz de construir y organizarse. Entonces esa misma élite entró en pánico cuando Gaitán en la marcha pidió dos minutos de silencio, y por esos dos minutos no hubo absolutamente ningún ruido. En ese momento Gaitán se había convertido en el representante del pueblo, lo había conseguido movilizar. Es un poder inmenso”, explicó Mary Roldán.

Sin embargo, tal como lo manifestó Gloría Gaitán, “esa marcha fue la que sentenció la muerte de mi papá”.

La hija de Gaitán también agregó, parafraseando a Iván Marulanda, uno de los fundadores de las extintas FARC, que aquel 9 de abril de 1948 en el que Gaitán fue asesinado, “nuestros sueños se fueron al monte”.

Gaitán, 75 años después

A pesar de que el nombre, la imagen y algunas frases de Gaitán perduran hasta el día de hoy, Gloría Cuartas, directora de la Unidad para la Implementación de la Paz, resumió la actual circunstancia del recuerdo de Gaitán en una frase durante su intervención filmada en un corto documental elaborado por la Facultad de Comunicaciones y Filología: “Se ha perdido la memoria histórica de Gaitán”.

¿Qué significa esto?

En una conversación sostenida por Consuelo Arbeláez y por Ana María Zapata, licenciada en música de la Universidad de Antioquia, además estudiante de Maestría en gestión cultural, y una de las manifestantes que se movilizaron durante el estallido social del 2021, se llegó a una conclusión como el resultado del diálogo de dos generaciones herederas del descontento social y la ambición por cambiar el país que existía desde tiempos de Gaitán: históricamente ha habido una falta de formación política sobre las ideas de Gaitán.

"Es muy raro hoy en día que un profesor diga, 'venga, escuchemos a Gaitán, pongamos sus discursos en YouTube'", comentó Ana María Zapata.

Algo parecido se aplica en el caso de Consuelo: "En mi formación política no hubo esa historia concatenada de luchas desde la época de Gaitán, y en la juventud no hubo esa formación, ni en las universidades ni en el Partido Comunista".

Básicamente, a cada nueva generación le ha resultado más difícil retomar las ideas y propuestas de los que lucharon antes.

¿Por qué ha pasado esto?

De acuerdo con Mary Roldán, en entrevista con la Unidad Especial de Paz, se ha intentado "enterrar el gaitanismo con Gaitán”, pues en la memoria colectiva lo que más se ha preservado del caudillo ha sido su imagen y nombre, más no sus ideas.

“No hay un estudio serio de lo que fue el movimiento gaitanista”, explicó la académica. “Es muy fácil hablar sobre gaitanismo cuando en realidad lo que nos queda para muchos es una serie de frases, ‘Yo no soy un hombre soy un pueblo’, ‘Aquí sobra pueblo, faltan dirigentes’. Ese tipo de cosas sirven mucho como propaganda, para recordar, y se quedan retumbando. Pero la sustancia que había debajo de esas frases no se conserva”.

Y eso ha hecho posible que la imagen y nombre del caudillo sean utilizados como una mera herramienta incluso por figuras y organizaciones ajenas a sus ideas, como las mal nombradas Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

Los medios de comunicación también han sido cómplices de ese memoricidio, pues a lo largo de 75 años se han limitado a hablar de Gaitán como ese nostálgico mártir que no volverá, y a reproducir algunas frases célebres sin contexto, dejando de lado sus discursos, sus ideas y el pueblo organizado que lo seguía y que estaba dispuesto a seguir luchando después de su muerte.

.

Esto, de acuerdo con lo compartido por los asistentes del evento, y algunas de las voces presentadas en el documental producido por la Facultad de Comunicaciones y la Filología, es una tragedia, especialmente si se aprecia la vigencia de los pensamientos de Gaitán.

“Si usted lo trasladaba al año de 2023”, comentó en el documental Jaime Nieto, sociólogo de la Universidad de Antioquia, y Doctor en Pensamiento Político, Democracia y Ciudadanía, “Gaitán tiene absoluta vigencia, porque ciertamente Colombia se ha modernizado desde el punto de vista económico, social, cultural, etcétera, pero las estructuras fundamentales contra las cuales luchó Gaitán siguen todavía incólumes”.

En uno de sus discursos, Gaitán menciona “en Colombia hay dos países: el país político que piensa en sus empleos, en su mecánica y en su poder, y el país nacional que piensa en su trabajo, en su salud, en su cultura, desatendidos por el país político. El país político tiene rutas distintas a las del país nacional. ¡Tremendo drama en la historia de un pueblo!”.

En otras palabras, Gaitán ya señalaba, en las década de los cuarenta, algunas de las conclusiones a las que han llegado distintas investigaciones y comisiones sobre las causas estructurales del conflicto armado y que continúan perpetuándose. Nominalmente, por ejemplo, y en palabras de María Emma Wills, del Centro Nacional de Memoria Histórica, “un campesinado sin representación política, unas articulaciones perversas entre regiones y el centro del país”.

A su vez, con respecto a la violencia, Gaitán ya se había manifestado sobre otras alternativas de convivir con la diferencia. Juan Alberto Carabalí, explicó: “Gaitán buscaba vivir nuestros conflictos al interior del Colombia no a través de la violencia, sino a través de mecanismos pacíficos. Uno de los mayores aportes que hizo es el llamado a la paz, a denunciar la violencia como un instrumento político”.

Para Gaitán, la diferencia de opiniones debía convivir, era la única manera en que una democracia podría prosperar, y esto también se refleja en su discurso: “En los países democráticos su estructura política presupone la existencia de fuerzas de la oposición. No solo es un derecho sino una necesidad en un país democrático. Ahí radica su fuerza: en que haya un gobierno que gobierna y una oposición que en virtud de su crítica controla, limita o impulsa al mandatario para que su actuación sea mejor”, se lee en discurso “País Político, País Nacional”, también recopilado en el libro GAITÁN: Memoria e historia a 75 años de Bogotazo.

Pero quizá una de las mayores enseñanzas que ha dejado Gaitán para las futuras generaciones no está precisamente en su discurso, en lo racional, sino en la emocionalidad, la misma emocionalidad que él consiguió contagiarle al pueblo, quien fue el que lo llevó a las puertas del presidencia: “Gaitán logró movilizar la emoción en el pueblo colombiano y romper las barreras de la razón de los partidos”, explicó María Gaitán

“Lo que fue Gaitán sin gaitanistas no era posible”, añadió María, “y lo que quería Gaitán era darle el poder al pueblo, porque no se podía construir democracia sin el pueblo en las calles. Entonces si el pueblo otra vez se estanca, la emoción nos permite avanzar en esa lucha”.

¿Cómo volver a Gaitán?

En la consecución de su objetivo de retomar las ideas de Gaitán para continuar sus luchas en la Colombia de la actualidad, el evento de Gaitán Hoy: Pensamiento y Acción, le abrió las puertas a distintas a distintas manifestaciones culturales que recuerdan la vida de Gaitán, pero que también continúan denunciando las mismas violencias estructurales que cobraron la vida su vida hace 75 años.

La obra de teatro Gaitán, de Semillas del Común, un grupo de hijos e hijas de firmantes de paz dirigido por Jaime Nevado, y la escena musical de Las Madres de la Candelaria, son dos expresiones culturales que, la primera, recoge los ecos de lo que fue Gaitán, el odio que sentían las elites por este líder, pero también el espíritu de cambio que permaneció incluso después de su muerte; y la segunda, cuenta cómo décadas después de su asesinato, las estructuras que cegaron su vida continúan perpetuadas en la Colombia, cobrando cientos de vidas a lo largo de más de cincuenta años, pero también se cuenta como se sigue luchando para preservar los recuerdos de los ausentes.

Estas manifestaciones son también una respuesta a una de las necesidades resaltadas por las nuevas generaciones para que la obra de Gaitán pueda ser retomada en las luchas actuales, en palabras de Ana María Zapata: “Para no dejar morir esas ideas, y para llevarlas al presente, tenemos que resignificar haciendo uso de los recursos que tenemos para lograr una transformación de los conceptos que ya están  tan desgastados, o de los discursos que se olvidan. El arte es una herramienta para contar de una forma diferente, más directa, esas ideas”.

Mary Roldán también planteó la necesidad de rescatar el legado de Gaitán: “Remitámonos a los escritos de Gaitán, remitámonos a todo esos trabajos, y lo que tendríamos que hacer es rescatar los escritos, sus discursos”.

Es por eso por lo que la publicación del libro GAITÁN: Memoria e historia a 75 años del Bogotazo resulta todavía más importante. El libro consta de una reconstrucción de la vida y obra de Jorge Eliécer Gaitán, de manos del profesor Juan Guillermo Gómez, y una selección de cuatro discursos emblemáticos de Gaitán que representan su pensamiento político, social y económico, además de su capacidad retórica, en momento trascendentales de la historia de Colombia.

“No hay mejor forma de darle vida a Gaitán que mediante sus escritos”, mencionó Juan Camilo Dávila, politólogo de la Universidad de Antioquia, y compilador y editor de los discursos divulgados en el libro.

“Con todo esto se espera” añadió Dávila, citando la nota que se puede encontrar al inicio del libro, “que la presente edición permita al lector del siglo XXI tener una idea formada de la importancia y actualidad de la figura de Gaitán en la vida nacional, sobre todo, en el marco de los acontecimientos y reformas a las que estamos asistiendo en la actualidad. Es una herramienta que nos tiene que hacer pensar, y ver nuestro presente”.

“Yo he estudiado a Gaitán toda mi vida”, compartió Gloria Gaitán, “y he tenido la suerte de estudiar todos los archivos que mi mamá rescató. Y a mí me sorprende que ustedes, habiendo leído menos que yo, también hayan escogido los mismos discursos que yo hoy escogería para hablar de mi papá”.

Gloria compartió un fragmento de uno de sus discursos preferidos, Oración para los humildes, el cual también se encuentra recopilado en el libro GAITÁN: Memoria e historia a 75 años del Bogotazo, y se lo dedicó a Las Madres de la Candelaria, a las víctimas del conflicto armado, a sus familias, y a su padre:

“Compañeros de lucha: os habéis reincorporado al seno de la tierra. Ahora con la desintegración de vuestras células, vais a alimentar nuevas formas de vida. Vais a sumaros al cosmos infinito que desde la entraña oscura e insomne alimentan el árbol y la planta, que sirven de alegría a nuestros ojos y de pan a nuestro diario vivir. Pero algo más vais a darnos a través de vuestro recuerdo, ya que la muerte en lo individual no es sino un parpadear de la vida hacia formas más elevadas de lo colectivo y de su ideal. Os habéis ido físicamente pero qué tremendamente vivos estáis entre nosotros ¡Vuestro silencio es grito!; ¡vuestra muerte es vida de nuestro destino final…!”.

“Cuando uno lee, uno no se siente víctima, sino héroe”, terminó por decir Gloría.

Este fragmento es solo un ejemplo más de lo que se puede hallar en los discursos de Gaitán, pensamientos de los cuales, de acuerdo con personajes como Edwin Arias, director del Museo Casa de la Memoria de Medellín, debemos aprender para actuar ahora, “no podemos esperar otros 75 años”, concluyó.

Puedes descargar la publicación aquí

 

Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL241
Z7_89C21A40LGRJC0A6CAE7SVL2K2
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020