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Un camino finaliza y nuevos comienzos se esbozan como promesas en flor. A propósito de lo que implica la graduación como un ritual en el que la Universidad habilita una trayectoria académica, el Comité de Carrera de la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana conversó con los/as maestros/as que recibirán su diploma como licenciados/as el próximo 05 de marzo. Los florecimientos, grietas y acontecimientos de la propuesta formativa de Licenciatura, esto es, lo que destacan, lo que cuestionan y lo que marcó improntas en su formación, fueron los ejes de conversación; así como el perfil de egreso y los resultados de aprendizaje declarados en el Proyecto de Formación.

En general los/as graduandos destacan de la formación de la Licenciatura su apuesta por un pensamiento crítico; el lugar de la literatura como experiencia estética y de sentido; la  calidez  humana del cuerpo docente que no solo aporta a la calidad formativa, sino que genera condiciones para la permanencia; los gestos y prácticas del cuidado de sí y del otro en espacios que se disponen para poner en palabra las emociones y los modos de habitar esta casa común; la capacidad de exaltar la duda; el compromiso social, entre otros. 

Por su parte, aquello que reconocen como grietas en la propuesta curricular de la Literatura, apunta a un exceso de idealización de la profesión docente, sobretodo en el primer trayecto de formación; a la necesidad de situar ejercicios de investigación desde los primeros semestres; a  la pregunta por el lugar de la escuela rural y por otros contextos educativos en el ejercicio de la práctica pedagógica; a la necesidad de darle un lugar sensible, creativo y expresivo al cuerpo del maestro en los distintos espacios de formación.

Como acontecimientos destacan los vínculos humanos, las amistades que acompañan y enseñan en el trayecto vital; las transformaciones de sí mismos/as  y las condiciones y herencias que recibieron de su formación para autorizarse como maestros y maestras de lenguaje y literatura.