Generales

El Plan de Desarrollo 2006-2016 se propuso convertir la institución en “Una universidad investigadora, innovadora y humanista al servicio de la región y del país”. En el 2016, la Universidad ocuparía el primer lugar en investigación de Colombia y sería una de las mejores de América Latina, con programas de excelencia académica internacional tanto en pregrado como en posgrado. La Universidad debía ejercer un liderazgo en la transformación socioeconómica de la nación y constituirse en un escenario de diversidad y diálogo intercultural, en el marco del respeto por el pluralismo y el ambiente.

Para la formulación del Plan de Acción 2015-2018 se realizó un análisis del cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo 2006-2016. Muchas de ellas ya se han alcanzado; para lograr otras, se requieren esfuerzos adicionales. Entre ellas cabe mencionar las siguientes: mayor visibilidad de las publicaciones derivadas de la investigación; actualización de la infraestructura física y tecnológica de soporte a la investigación y la docencia; consolidación de los doctorados y maestrías de alta calidad; internacionalización de los procesos académicos; flexibilización de las estructuras curriculares de los programas de pregrado; optimización de las tecnologías de la información y las comunicaciones; articulación de grupos interdisciplinarios con capacidad intersectorial e interinstitucional; mejoramiento de la inserción de los egresados en el mundo laboral y en la vida universitaria; disminución de la deserción académica; sistematización e integración de los procesos de gestión y diversificación de las fuentes de ingresos.

De la mano con el Plan de Desarrollo, el presente Plan de Acción es el resultado del diálogo constante y abierto con la comunidad universitaria: consejos de facultades, escuelas e institutos, estudiantes, profesores, empleados administrativos y egresados. El resultado de este diálogo, que permitió visibilizar nuestras fortalezas y debilidades, se plasmó en los objetivos, iniciativas y metas que componen el presente documento.

La frase que guía el Plan de Acción Institucional 2015-2018 es: una universidad pluralista, transformadora y comprometida con la calidad. El término calidad inspira el conjunto: la calidad académica incluye diversas visiones de mundo. Se nutre con múltiples formaciones científicas y pone en discusión maneras disímiles de comprender la realidad. Al mismo tiempo la calidad otorga sentido al movimiento, razón de ser de la actividad académica. El conocimiento es transformador en su esencia. Dirige lo que cambia, recoge lo que transforma, coordina fines y medios. Los tres términos están acoplados y dirigidos al logro del propósito que inspira la educación superior: un conocimiento incluyente, libre y comprometido con la sociedad.

El fortalecimiento de la calidad académica debe ser el norte que guía la misión de la Universidad. Con ese fin, se hace necesario involucrar sus actores, diferenciar y articular sus métodos y proyectos, a fin de refinar las prácticas en las que se asienta. La calidad supone un esfuerzo continuo para cumplir en forma responsable con las exigencias propias de cada una de las funciones misionales de la institución.

La palabra calidad es una buena palabra. Para una comunidad académica es inspiradora. Dice la cualidad de cada persona: su inteligencia de los hechos, sus expectativas y posibilidades. Esa palabra acoge los variados talentos y los pone al servicio del conocimiento, derecho inalienable de todos.

En la Universidad, la calidad guía la creación y la transmisión del conocimiento, en pos de una sociedad que se cuida a sí misma, se aprende y comprende y hace de él una forma cimera de vida buena. Una educación de calidad exige compromisos constantes con las tradiciones científicas, actualiza sus objetos y sus instrumentos, dispone sus prácticas en la custodia de saberes ligados a las expectativas de los ciudadanos.

Los verbos guía de la calidad son: articular, promover, cualificar, emular, proyectar, evaluar, mejorar, autocriticar, redefinir, fortalecer, consolidar, transformar. Ellos alientan a refinar el ejercicio de la docencia, la investigación y la extensión, pensando siempre en la Universidad que dejaremos como herencia a las generaciones futuras.

La comunidad académica es ante todo estudiosa. Ella renueva cada día su vocación por el conocimiento. Saber es comprender, comprender permite habitar, el que habita se transforma y recrea.

La tensión entre conservar y crear estimula el estudio y le da dirección y sentido. Valiéndose de su compromiso conservador con la verdad, los universitarios vamos en pos de lo nuevo.

La Universidad no cambia por vana curiosidad; la calidad es también custodiar, mantener y proteger. De esa actitud y responsabilidad saltan las chispas del conocimiento, las innovaciones, las nuevas verdades y paradigmas.

El futuro de la universidad hay que leerlo en el pasado. Las tradiciones nos interpelan. Todo paso nuevo en el conocimiento exige riesgo y responsabilidad. Ser innovador apunta a eso: comprenderse y atreverse a cambiar.

Compartimos con la Universidad una bitácora para el periodo 2015-2018 convencidos de que podemos ser mejores: estudiar más, generar conocimiento, formar mejores ciudadanos, servir más asertivamente a la sociedad a la que nos debemos.

Mauricio Alviar Ramírez
Rector