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27 de julio de 2022

Como jefe de la División de Cultura y Patrimonio de la Universidad de Antioquia, expreso públicamente, en términos personales e institucionales, mis más sinceras disculpas por el dolor causado a las y los artífices de la pintura mural y memorial En la UdeA también canta el Cirirí y, especialmente, a las familias de las personas que en la obra habían sido reconocidas como víctimas de una tragedia nacional. Reconozco públicamente el error, y hago manifiesto el firme propósito de hacer efectivo el compromiso de nuestra Alma Máter de ser agente salvaguarda de la expresión y el reconocimiento de la memoria y la verdad, así como del fortalecimiento de espacios para el encuentro social, humano y político.

En línea con lo que expresa la comisionada Lucía González en la columna El muro blanco es solo el síntoma (web.comisiondelaverdad.co, 2 de junio de 2021), “la palabra, hecha grafiti, canción o cartel, es una expresión legítima. Es el derecho justo a levantar la voz, a decir lo que se siente y se reclama. Es el derecho a soñar que un mundo mejor es posible”. Por ello, borrar el mural fue un acto sumamente equivocado, que no expresa una política universitaria de censura ni de desconocimiento del otro. La infortunada decisión no respondió a ninguna instrucción concertada con las directivas universitarias, y solo pretendió apresurada y erradamente preparar el espacio para una exposición en el Teatro Universitario Camilo Torres, asunto que claramente no fue dimensionado o reconocido adecuadamente por la jefatura de esta División, y que no se compadece con el llamado íntegro que hace la Universidad al reconocimiento de la memoria como sustento para afincar, sobre la base de un fatídico pasado, un mejor porvenir.

Estamos seguros de que reconocer las fallas con humildad y propiciar escenarios de reconocimiento y reflexión, es lo mínimo que en este momento podemos hacer para resarcir el daño causado. Por esta razón, y atendiendo la orientación institucional, invitamos a los colectivos RAM y MOVICE, con el generoso apoyo del proyecto Hacemos Memoria, a que nos permitan tejer en su compañía un escenario donde la vida, la creatividad y la memoria se manifiesten e impongan sobre cualquier halo de negación o exclusión, y de esta manera formular nuestros votos más comprometidos de desagravio. 

Finalmente, agradezco a las profesoras Adriana González, Patricia Nieto y Sandra Arenas, y al proyecto Hacemos Memoria, por su reflexión y atinado llamado público para que como universitarios asumamos nuestra responsabilidad y deber, el cual no nos exime en ningún momento de errar, pero siempre nos conduce a la linda tarea de conversar, pedir disculpas y reconocer las bellas formas de la diversidad. 

Oscar Roldán Alzate
Jefe División Cultura y Patrimonio
Vicerrectoría de Extensión 
Universidad de Antioquia