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El pasado martes 17 de julio tuvo lugar en nuestra Facultad el décimo tercer encuentro de Tutores de ABP, un espacio que reunió a diferentes estamentos de la comunidad universitaria frente a una pregunta: ¿Cómo estamos haciendo el ABP en la Facultad?

Las reflexiones que se suscitan a partir del ABP -Aprendizaje Basado en Problemas- exigen un trabajo constante de autoevaluación y dinamización de los contenidos formativos, de manera que se pueda responder a las exigencias del contexto actual y contribuir a que los estudiantes puedan dar soluciones integrales frente a los retos del entorno una vez se desempeñen como profesionales. Para trabajar en esa línea desde hace 12 años el Departamento de Educación Médica de nuestra Facultad realiza el Encuentro de tutores ABP, un encuentro para socializar herramientas reales de cara a la resolución de problemas, el insumo principal para el aprendizaje posterior.  

“El ABP permite incentivar nuevas habilidades y fortalezas en el estudiante, que más adelante le servirán para desenvolverse en un ámbito profesional, adquirir herramientas para la solución de situaciones reales que se han presentado en su ámbito laboral, además de dinamizar las estrategias de enseñanza y aprendizaje en el pregrado”, indicó Paula Andrea Jaramillo Marín, jefe del pregrado en Instrumentación Quirúrgica.

El ABP es una estrategia educativa que pone al estudiante frente a una situación que es perfectamente común en la consulta general o en quirófano, para la cual debe generar una solución integral para el paciente, que involucre su parte psicosocial, comunitaria y tenga en cuenta su entorno. Bajo esta metodología se realiza un trabajo sistémico que lejos de entender al paciente como una enfermedad lo ve como un ser integral, con múltiples dimensiones.

Para Carlos Andrés Ruiz Galeano, jefe del pregrado en Medicina, como parte de los resultados de la reforma currícular frente a la implementación del Aprendizaje Basado en Problemas, ahora nuestros egresados están mejor situados dentro de las realidades del sistema y la sociedad, ya que encuentra en ello "la respuesta de por qué nos esforzarnos tanto para implementar una estrategia, desde el punto de vista del recurso complicado de aplicar, ya que ponemos al estudiante en la necesidad de dar solución inmerso en esas realidades”.

Esta estrategia ha permitido avanzar en un mejor proceso formativo en nuestra Facultad, proponiendo un modelo centrado en el aprendizaje significativo, social e interdisciplinario. Actualmente el modelo se encuentra presente en el currículo y través de él se da un dialogo de saberes que permite que el estudiante entienda que es el protagonista de su proceso formativo e identifique la importancia de los procesos de los que hace parte.