Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
jueves, 25 de abril 2024
25/04/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Ciencia

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Ciencia

“Un telescopio en el aire”

05/05/2015
Por: Laura Ospina Montoya - Vicerrectoría de Investigación

La franja de estrellas de la Vía Láctea se refleja en los ojos de quien, parado sobre la arena del desierto huilense, todavía encuentra maravilla en mirar hacia arriba. Son los ojos del niño, del aficionado a los cielos y del astrónomo, que quieren mirar más de cerca. Hace falta ponerse unas gafas gigantes o un gran telescopio made in Colombia para tener imágenes propias de galaxias, planetas, cúmulos estelares y supernovas

Desierto de la Tatacoa

Tomada de: www.facebook.com/Tatacoa

Desde hace cuatro años, un grupo de profesores de la Universidad de Antioquia conformado por Jorge Iván Zuluaga, Pablo Cuartas e Ignacio Ferrín, ha estado trabajando en el diseño de un telescopio astronómico profesional para Colombia. La razón es que aún no se cuenta con uno y tras la creación, en 2009, del pregrado de Astronomía de la institución y las iniciativas en divulgación de la astronomía de Parque Explora y el Planetario de Medellín, el número de aficionados y de estudiantes formales de esta disciplina se ha hecho cada vez mayor en la ciudad. Esto se traduce en unas necesidades científicas, tecnológicas, divulgativas y laborales asociadas a un creciente público interesado en esta ciencia.

Específicamente, hay una preocupación por el desarrollo de la astronomía observacional, pues el país no cuenta con observatorios ni instrumentos de alta tecnología para poder desarrollar esta línea plenamente. Lo curioso es que el primer observatorio astronómico de Colombia y de América se creó en 1803 en Bogotá por iniciativa del sacerdote y científico español José Celestino Mutis y el monje capuchino y arquitecto español Domingo de Pretés en el marco de la Expedición Botánica, mientras que, por ejemplo, el primer telescopio de Estados Unidos se creó en 1830. “El observatorio de Bogotá le lleva 27 años de ventaja al de Estados Unidos. La astronomía observacional en Colombia no ha tenido desarrollo en 212 años”, dijo el profesor Ferrín quien el pasado 2 de marzo, en el marco de un seminario del  Grupo de Física y Astrofísica Computacional de la Alma Máter, hizo la presentación del proyecto del diseño de un telescopio profesional para Colombia. 

En ese sentido, expresó la necesidad de “pensar más allá de las universidades” como el único espacio en el que trabajarán los futuros astrónomos del país, con lo que dicha iniciativa se genera integrada a la propuesta de crear una nueva institución: el Instituto Colombiano de Astrofísica y del Espacio (ICAE), que tendría profesionales, estudiantes de posgrado y un sistema de becas. 

“La astronomía ha servido de inspiración para crear instrumentos extremadamente complicados y grandes”, dice el profesor Ferrín, quien además señala que es muy preocupante que Colombia no tenga una política de desarrollo en astronomía, pese a que países vecinos como Argentina, Chile, Brasil, México y Venezuela tienen grandes complejos astronómicos y programas científicos asociados.

Los lugares, los vientos, las nubes

Las condiciones meteorológicas de Colombia son complejas si se piensa en que se necesita un lugar seco para instalar el telescopio. Se tuvieron en cuenta la Guajira y Cartagena como lugares que podrían presentar cielos despejados durante casi todo el año, pero los vientos de alta velocidad y la salinidad en el ambiente impiden la estabilidad y seguridad de los instrumentos ópticos. Otros lugares que estuvieron dentro de las posibilidades fueron Cúcuta, el Chicamocha, la Sierra del Güicán y Patía, pero el hecho de que en estas zonas hay fuertes problemas de orden público, hicieron que se descartaran.  

Por último se pensó en el desierto de la Tatacoa. “Un lugar alucinante”, donde “no hay edificios ni nada que moleste. El horizonte es absolutamente plano. Cuando aquello se despejó fueron, ¡wow! Todas las estrellas cayéndome encima. Una locura total. Se veía la Vía Láctea con una claridad absolutamente asombrosa”, dijo el profesor Ferrín. Hace aproximadamente un año y medio, la Universidad de Antioquia firmó un convenio con la Gobernación del Huila, que se comprometió a dar 2 millones de dólares para desarrollar el observatorio y posicionar el telescopio profesional allí. 

Colombia está ubicada en la zona de convergencia intertropical, es decir, donde confluyen los vientos cálidos y húmedos del norte y del sur, lo que genera una gran capa de nubes. Sin embargo, el desierto de la Tatacoa permanece despejado, pues “es un hueco que está ahí. En muchas ocasiones, mientras Tatacoa está despejado, todo el país está nublado”, explica el profesor Ferrín. ¿Qué tan brillante es el cielo allí? “La Tatacoa es un lugar de clase mundial, porque tiene un cielo extremadamente oscuro”. 

El lugar tiene varia ventajas: que hay cielos oscuros, que hay acceso a ambos hemisferios (por la ubicación del país sobre el ecuador), que la zona es desértica (permite hacer observaciones en infrarrojo), que como la eclíptica (que es la línea por donde se ven mover los planetas) pasa por el cenit se puede acceder a buenas imágenes de los planetas, que el terreno es plano, que hay una nubosidad menor, que es accesible  y un lugar seguro.

Un telescopio en el aireEl Telescopio

La idea es crear el primer Telescopio de Extrema Tecnología (TET) para Colombia. Según el profesor Ferrín, basados en la aplicación del concepto de Medellinnovation se pensó en el diseño de un “telescopio en el aire”, para lo cual habrá que construir un “edificio sin edificio”, con “una cúpula sin cúpula” y con “un piso sin piso”; es decir, una estructura que minimice el choque del viento contra la planta física, disminuya la distorsión atmosférica e impida que la temperatura interna del edificio perturbe los instrumentos y la calidad de las imágenes producidas. 

El telescopio tendrá cuatro espejos, cada uno de un metro, que buscarán, por ejemplo, exoplanetas. Se proyecta estará ubicado sobre una estructura de 50 metros de altura. 

Un acuerdo por los cielos oscuros

Como el desierto de la Tatacoa resultó ser un buen lugar para la astronomía observacional, habrá que garantizar la permanencia en el tiempo de esos cielos oscuros. Para ello, el profesor Pablo Cuartas se encuentra adelantando un iniciativa de mitigación de la contaminación lumínica, a la que hasta ahora se han unido 22 instituciones.

La instalación del telescopio incluye la “salvaguarda del cielo”, porque, dice el profesor Cuartas, “si no cuidamos ese lugar, vamos a perder el único lugar que a nuestro criterio, tiene la capacidad astronómica para instalar un telescopio de alta gama”. El objetivo es  declarar el desierto de la Tatacoa como Reserva Internacional de Cielos Oscuros bajo los criterios de la Asociación Internacional de Cielos Oscuros (IDA, por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro que busca advertir sobre la creciente contaminación lumínica que ya empieza a apreciarse en este lugar. Según un estudio realizado en 2006 por esa asociación, y algunos que se están llevando a cabo por este equipo de investigadores de la Alma Máter, “la calidad del cielo ha disminuido un poco, especialmente por la contaminación lumínica que produce Neiva”, explica Cuartas. 

La Universidad de Antioquia presentó el proyecto a la Gobernación del Huila como un acuerdo de voluntades entre los municipios de Neiva, Villavieja, Aipe, Baraya y Tello y sus diferentes instituciones; con esto se espera se formalice la propuesta durante el 2015 para presentar la candidatura del desierto de la Tatacoa como una reserva de cielos oscuros ante la IDA. 

“Hay que proteger estos últimos rincones del mundo en donde todavía se pueden ver las estrellas”, dice el profesor Cuartas. “Es como tener derecho a la naturaleza, a los bosques, a los ríos descontaminados, a poder conocer un tigre de Bengala o cualquier especie en vía de extinción. Es el derecho de las especies a sobrevivir, pero también el de las futuras generaciones a conocer el cielo y las estrellas, a saber quién era Orión, Casiopea o Perseo. En la ciudad eso ya no se sabe ni se conoce y es, justamente, por la contaminación lumínica”, concluye.
 

Ir al especial: 2015, Año Internacional de la Luz

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020