Opinión

Al definir los numerosos objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en el 2015, el grupo de trabajo de la Organización de las Naciones Unidas – ONU incluyó “Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, mares y recursos marinos” al tiempo que fijó una serie de metas e indicadores para evaluar su cumplimiento en él 2020 y 2030.

El Departamento de Antioquia con la segunda costa más extensa en el Caribe colombiano (510 km), ha realizado importantes esfuerzos en torno a este objetivo a través de la Universidad de Antioquia, en especial mediante sus programas de Ciencias del Mar y sus unidades académicas relacionadas, que han contribuido con avances en el estudio de los procesos físicos, químicos y biológicos del océano, así como temas de biodiversidad y aprovechamiento sustentable, con el fin de alcanzar este objetivo.

Desde el punto de vista de los procesos físicos, la erosión costera afecta al 40% del litoral y es un problema prioritario del País; por ello con la financiación de la Gobernación, el liderazgo de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería y la participación múltiples unidades académicas, grupos de investigación y varias universidades se realizó un proyecto pionero para la estabilización del proceso de erosión en las costas del Departamento.

Con este se buscó reducir los efectos de la dinámica marina sobre las costas, implementando soluciones integrales que permitieran mitigar la erosión de las playas y los terrenos aledaños; entre ellas soluciones óptimas para los drenajes manejados artesanalmente y para los problemas asociados al uso equivocado del suelo y a las lluvias. Como resultado adicional, el proyecto produjo información sobre la calidad del agua, demostrando la necesidad de implementar medidas que reduzcan la carga de nutrientes debida a la carencia de sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales en las poblaciones costeras.

Este exceso no solo deteriora en la calidad del cuerpo de agua, también afecta las comunidades bióticas presentes alterando su composición, tal y como se evidenció tras registrar eventos de floraciones algales y altas concentraciones de clorofila asociadas a las mismas. La modelación numérica constituye una vía muy interesante para tratar los problemas naturales pues permite explorar múltiples soluciones de manera virtual, antes de pasar a
modelos físicos más costosos.

En esta línea, una aproximación novedosa al problema de la erosión costera consiste en imitar las estructuras disipativas naturales (ej. Arquitectura de la raíz del mangle rojo) o diseñar obras costeras que operen en conjunto con la dinámica marina no contra ella; trabajos realizados bajo el auspicio de la Escuela Ambiental y los programas de Oceanografía e Ingeniería Oceanográfica han encontrado resultados muy prometedores en ambas perspectivas.

El programa de Ingeniería Oceanográfica ha incursionado en el diseño y desarrollo de sensores con tecnología propia de bajo costo, adoptando soluciones ajustadas a las condiciones propias de un área tropical, con niveles de precisión y exactitud comparables a los sensores comerciales. A largo plazo plantea el montaje y mantenimiento de una red de telemetría de las condiciones fisicoquímicas del océano que cubra al menos el Caribe sur.

Con la cofinanciación de CORPOURABA, la Corporación Académica Ambiental de la Universidad determinó la composición de especies y realizó la descripción ecológica de un área coralina nueva para la ciencia, los Bajos de Punta Caribana, integrada dentro del “Áreas Protegida Ensenada de Rionegro, bajos aledaños y ciénagas del Salado y Marimonda” en Necoclí; así mismo la Universidad a través de su programa de Oceanografía ha realizado una descripción preliminar de las variables oceanográficas del área y su influencia sobre las comunidades bentónicas asociadas a los fondos blandos.

Esta área ofrece interesantes posibilidades de investigación en paleoecología pues se encuentra en un lugar cuyas características ecológicas no permitían predecir la presencia de unidades coralinas vivas. El incremento del dióxido de carbono en la atmosfera tiene consecuencias sobre el pH del
océano, que a su vez afecta a los organismos que viven en él. A través de un esfuerzo conjunto con la Universidad de Concepción y Universidad de Washington se ha evaluado el efecto de este exceso de CO2 sobre organismos plantónicos no calcáreos (ej. zooplancton marino).

Dentro de la misma línea, se ha construido el catálogo de fitoplancton del Golfo de Urabá que aparte de su alto valor científico, es la base para comprender la dinámica de los efectos de la acidificación sobre el primer eslabón de la cadena trófica marina.

A nivel global, la alteración del medio marino por aporte de aguas residuales contribuye a la eutroficación de las costas y las propuestas de solución actuales requieren de importantes inversiones en tecnología e infraestructura. Sin embargo, existen alternativas que utilizan humedales artificiales basados en manglares, cuyo funcionamiento a nivel de laboratorio fue evaluado en un trabajo del programa de Oceanografía de la UdeA y cuyos resultados lucen promisorios en cuanto a la disminución de la carga contaminante.

En ejercicio muy interesante de participación comunitaria, la Universidad, la Gobernación de Antioquia junto a los pescadores del área, definieron de manera participativa los lineamientos prioritarios y recomendaciones para que las autoridades competentes formulen e implementen el ordenamiento pesquero del Golfo de Urabá. Dentro de este mismo marco se construyeron propuestas de actividades económicas alternativas viables para las
comunidades y al tiempo se fortalecieron las comunidades de pescadores a través de su capacitación y participación en el monitoreo pesquero. Corresponde ahora a la autoridad pesquera y a la Secretaria de Agricultura, dar paso a la reglamentación.

Finalmente, aunque este texto no pretende ser un recuento exhaustivo de los trabajos realizados por la Universidad en el ámbito marino dentro del intervalo de evaluación de los ODS, si trata de mostrar el panorama de resultados y posibilidades fruto de nuestras capacidades institucionales.

En Urabá, la Universidad de Antioquia a lo largo de 20 años de presencia directa ha desarrollado capacidades humanas y logísticas para generar
conocimiento científico y tecnológico propios en el ámbito marino. Fruto de este esfuerzo es la “Expedición Estuarina - Golfo de Urabá” realizada en conjunto con la Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín, la Universidad EAFIT y CORPOURABA con la financiación de la Gobernación; este trabajo que describió con gran detalle la región costera. 

Un segundo fruto es la Sede de Ciencias del Mar, que ofrece pregrados únicos en el País y ofrece formación a nivel de maestría y doctorado. Nuestro impacto local es notorio en términos del capital humano formado que trabaja en los distintos entes territoriales, y nuestro reto futuro es atraer estudiantes nacionales e internacionales que vean a la Universidad y nuestro territorio como una oportunidad de crecimiento personal y académico.


La información presentada aquí fue proporcionada por profesores y estudiantes de la Sede de Ciencias del Mar – Universidad de Antioquia, a quienes extiendo mi caluroso agradecimiento por su tiempo.