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Ciencia

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UdeA Noticias
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Ciencia

¿Soplan buenos vientos para la ciencia colombiana?

13/02/2019
Por: Stiven Arias Henao – UdeA Noticias

Dos hitos marcaron recientemente a la ciencia colombiana: la carta blanca para el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación —MinCTeI—, y la presentación de la nueva Misión de Sabios. ¿Qué representan para el país? Responden el vicerrector de Investigación de la UdeA, Sergio Cristancho, y el creador el proyecto de Ley del Ministerio de Ciencia, el senador Iván Darío Agudelo.

Foto: Cortesía Sede de Investigación Universitaria. Fotos secundarias: Iván Darío Agudelo Zapata, foto: Stiven Arias Henao. Sergio Cristancho Marulanda. Foto: Juan Pablo Muñoz Zapata.

La academia colombiana tiene grandes expectativas gracias a la ley que da luz verde al —MinCTeI— y a la convocatoria de una nueva Misión de Sabios. ¿Qué lectura hacen de esto?

Sergio Cristancho Marulanda: La creación del Ministerio era necesaria para tener un ente gestor de la ciencia y la tecnología a nivel ministerial, que organice y siente las bases para una política de CTeI en Colombia, además de una estructura administrativa que facilite y promueva la gestión eficiente de los recursos, que esperamos sigan creciendo en los próximos años. 

Es muy oportuna la coincidencia de estos dos eventos porque la Misión trazará los lineamientos estratégicos a largo plazo que deberá acoger el MinCTeI. El Gobierno debería asumir el compromiso de hacer que las sugerencias de la Misión de Sabios se materialicen a través de políticas y acciones concretas.

Iván Darío Agudelo Zapata: Para llegar a este punto fue fundamental la contribución del Gobierno Nacional. En la discusión del proyecto hubo fábulas, mitos, leyendas y mentiras. En los cuatro debates de la Ley del MinCTeI —en los cuales estuve primero como miembro de la cámara de representantes y después como senador— ayudamos a tumbar esos mitos. 

En el mundo, a este ministerio se le denomina «el ministerio de la riqueza». Los países no hacen ciencia porque sean ricos, son ricos porque hacen ciencia. De los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos —OCDE— Colombia es hoy el número 24 en tener ministerio de ciencia. Tengo que hacer un reconocimiento a la Misión de Sabios anterior porque visionaron la creación de un MinCTeI. 

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A propósito, es claro que los retos que tiene la nueva Misión de Sabios son enormes, sobre todo porque su antecesora generó grandísimas expectativas que finalmente no se materializaron. ¿Cómo evitar que esta vez pase lo mismo?

IDAZ: Esta Misión de Sabios es muy diferente a la anterior porque empieza con un MinCTeI, mientras que la anterior arrancó promoviendo su creación. Eso da un parte de tranquilidad. 

SCM: El mismo precedente de lo que pasó con la Misión anterior es otro elemento diferenciador. Hoy, el país reconoce que no haber atendido sus recomendaciones ha significado que Colombia no esté donde podría estar: en una situación privilegiada en el entorno latinoamericano y mundial. 

¿Qué otras diferencias o similitudes encuentran entre esta Misión de Sabios y la que tuvo lugar hace 25 años?

IDAZ: Por la actual coyuntura, esta Misión de Sabios es muy importante. Ahora podemos pensar a Colombia de manera estratégica. Veo con muy buenos ojos la creación de subcomisiones por temas clave, lo que no pasó en la primera Misión. 

Me refiero a las ciencias de la vida y la salud; las ciencias sociales, desarrollo humano y equidad; biotecnología, bioeconomía y medio ambiente; océano y recursos hidrobiológicos; las ciencias básicas y del espacio; energía sostenible; tecnologías convergentes; e industrias creativas y culturales.

Estos ocho temas definidos por el Gobierno para la Misión de Sabios, ¿son acertados, pertinentes y suficientes?

SCM: Significan un avance. Al darles una primera mirada, hay que celebrar la diversidad de las temáticas escogidas. No es una Misión de Sabios solamente para pensar las ciencias básicas biomédicas, por ejemplo. Aquí se están contemplando explícitamente áreas que muchas veces se diluyen en el discurso cuando se habla de ciencias. 

Creo que los ocho temas recogen muchos de los objetivos de desarrollo sostenible prioritarios para el país, y algunos aspectos de lo que es nuestro Plan Nacional de Desarrollo. 

Los temas ambientales son fundamentales para un país biodiverso como Colombia; las ciencias de la salud, por el perfil y las vulnerabilidades que tenemos; el tema social, tan pertinente en un proceso de consolidación de paz; la soberanía energética; el tema de océanos y recursos hidrobiológicos, que es una preocupación de larga data que se activó con la situación del río Cauca; y la nanotecnología, que es un tema de visión a futuro donde nos debemos posicionar. 

Quienes hacen ciencias básicas estaban preocupados porque la mayoría de las convocatorias de investigación diluyen las ciencias básicas, pero aquí no pasa. Pareciera entonces que estas áreas recogen lo más importante que tenemos como país. Estoy seguro de que hay temas que no están incorporados de manera explícita pero que se pueden trabajar dentro de esos nichos. 

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Finalmente, uno de los mayores desafíos para el éxito de la Misión de Sabios es el trabajo en red entre universidades, Estado y sector privado. Consolidar procesos de articulación no ha sido fácil para la ciencia colombiana. ¿Qué opinión tienen al respecto?

SCM: A nivel universitario, la dinámica de colaboración se ha venido gestando hace tiempo a través de convocatorias importantes a nivel nacional e internacional, que requieren ese tipo de cooperaciones científicas, como los proyectos que Colombia está ejecutando actualmente con el National Institutes of Health —NIH— en Estados Unidos. 

Colciencias empezó a entrar en esa lógica con convocatorias como Colombia Científica. Y también el Sistema Nacional de Regalías ha sido un ejemplo de facilitar esa articulación. Así, el ecosistema científico ha venido consolidando su capacidad de cooperación. 

Además, durante estos 25 años transcurridos desde la primera Misión de Sabios, las universidades han tenido la responsabilidad de mantener viva la llama de la CTeI, y lo han hecho de una manera excelente a pesar de los limitados recursos. Esto es una garantía de que, en el entorno universitario, hay una apuesta consolidada por continuar participando de ese ecosistema de una manera menos aislada. 

Lo anterior, además de las recomendaciones que producirá la Misión de Sabios —que estoy seguro van a implicar una mayor articulación interinstitucional—, sugiere que esta vez el trabajo va a surtir mejores resultados. 

IDAZ: Muchos cerebros fugados de Colombia se fueron a hacer ciencia, generar conocimiento y riqueza, y necesitamos que vuelvan. Para eso necesitamos que las empresas inviertan en ciencia, siguiendo el ejemplo de China. Allí, el 90% del presupuesto de ciencia proviene del sector privado; y en Corea del Sur, el 70%. 

Por otro lado, es excelente que la Misión de Sabios cuente con personas de otros países. Todos los que la integran merecían estar incluidos. Quizás no están otros que uno quisiera que hubieran estado. En ese sentido, hago un gran reconocimiento a la Universidad de Antioquia porque, en su momento, empezamos a soñar el MinCTeI. 

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