Academia

El fenómeno de la corrupción toca a todos los países del mundo. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas –ONU– «cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se calcula que se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5 % del producto interno bruto mundial». El panorama colombiano es aún más desalentador, dado que ocupa el puesto 99 de 180 países en el Índice de Percepción de Corrupción a nivel mundial.

Ante la urgente necesidad de cultura contable ciudadana en Medellín, el Grupo de Investigaciones y Consultorías Contables —GICCO—, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, se planteó trabajar con las comunidades a través del Semillero de Cultura Contable Ciudadana, iniciativa que GICCO creó en el 2017 para formar a las comunidades en temas contables, y buscar que no se repitan las prácticas corruptas. 

El objetivo de dicho proyecto es preparar a los estudiantes del pregrado de Contaduría Pública de la Universidad de Antioquia para que ellos formen a los próximos Triple CCC Alfabetizadores, categoría que se les otorga tras culminar el seminario, que tiene como duración un semestre académico.

Con este proyecto «se quiere dotar a los ciudadanos de los conocimientos necesarios para que manejen aspectos relacionados con la protección de los recursos públicos, la administración y la gestión», así lo expresó el profesor Marco Antonio Machado Rivera, líder del proyecto. Así mismo,  quienes asisten al semillero tienen la oportunidad de aprender a llevar su propia contabilidad y el flujo de caja de sus actividades.

Hasta el momento, los estudiantes han visitado a los habitantes del corregimiento de San Antonio de Prado, Buenos Aires-La Milagrosa y Belén. 40 estudiantes han hecho parte de la iniciativa que surgió como producto de una investigación del grupo GICCO.

En la actualidad, el profesor Machado, en compañía del docente Omar Bedoya Martínez, orientan a los estudiantes para que dejen semillas en los barrios, contribuyendo así a la construcción de ciudadanos comprometidos con la supervisión de los recursos públicos. El proyecto ha contado con el apoyo de la egresada Marlly Lotero, quien ha realizado el enlace con varias comunidades.

Con el fin de generar un vínculo más fuerte con los habitantes, el grupo creó a ´Clarita´, una caricatura alusiva a la premisa: ´Cuentas claras´ y con ella, «se quiso mostrar a la comunidad que cualquier persona, no importa su edad,  puede ser defensor de lo público», comentó Flor Martínez Moreno, estudiante y coordinadora del seminario de formación de los nuevos alfabetizadores. Ahora se encuentran trabajando en el desarrollo de una cartilla que les sirva como herramienta de aprendizaje.  

Igualmente, la estudiante mencionó cómo su paso por el Semillero de Cultura Contable Ciudadana ha sido un escalón importante en su vida profesional: «la experiencia de brindarle algo a la comunidad desde la Universidad es algo indescriptible. Estar allí nos permite entender mucho más cómo es el funcionamiento del Estado y cuáles deben ser las alertas que le podemos brindar a la comunidad para que tenga en cuenta al momento de la lucha contra la corrupción».

En este sentido, el líder de la  iniciativa no descarta la idea de que el semillero se convierta en un proyecto que involucre otras disciplinas y más adelante trascienda a una iniciativa de Universidad.

Para avanzar en la lucha anticorrupción se requiere de acciones conjuntas por parte del Estado, el sector privado, las universidades y los medios masivos de comunicación; pero las mejores prácticas deben venir por parte de los ciudadanos y para ello es fundamental la formación que les brinda la academia.