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Foto: Guayacán amarillo en flor. Ciudad Universitaria.

Con 5.700 puntos en su primera participación, la Universidad de Antioquia se ubicó en el puesto 177 de las 719 universidades del mundo que fueron evaluadas por sus estrategias para promover la sostenibilidad ambiental según seis categorías: entorno e infraestructura, energía y cambio climático, manejo de residuos, conservación de agua, transporte verde y educación ambiental. 

La tendencia internacional en sostenibilidad universitaria privilegia a aquellas instituciones con iniciativas ambientales que puedan ser replicadas a una escala mayor, como ciudades o regiones. Este es uno de los propósitos de la Universidad de Indonesia con el GreenMetric World University Ranking, en medio de una crisis ambiental global que demanda el liderazgo de la academia.

Y en esto la Universidad de Antioquia tiene mucho que mostrar en sus distintas sedes. Desde el bosque de Tulenapa, pulmón verde y un laboratorio vivo de Urabá, hasta el Campus central, que en sus 50 años se ha destacado por ser verde y biodiverso. Experiencias como la conservación del tití gris, el manejo ecosanitario de palomas, las rutas de reciclaje y la planta de tratamiento de residuos son algunos ejemplos. ¿Pero cómo estamos y en qué podemos mejorar? 

UdeA, en el ranquin mundial de sostenibilidad

Tití gris, habitante del Campus UdeA. Foto: cortesía Área Metropolitana.

Los datos que entrega el ranquin de la Universidad de Indonesia sirven para que cada universidad evalúe sus estrategias por la sostenibilidad en conjunto y no como proyectos aislados. En Colombia, 37 universidades participaron para el periodo 2018, en el que se valoró la información del 2017. Con 5.730 puntos, la mejor puntuada del país fue la Universidad Autónoma de Occidente, que se ubicó en el puesto 43. Mientras que la Universidad de Antioquia obtuvo el octavo puesto en el país. Consulte el ranquin. 

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Ana Mercedes Montoya Restrepo, gestora ambiental de la División de Infraestructura Física, explicó que la evaluación de cada sede se hará de manera gradual. «Hemos empezado solo con la información de Ciudad Universitaria del 2017. En este año ingresaremos la información nueva del Campus central y de las otras sedes del área metropolitana del Valle de Aburrá, hasta llegar a completar toda la Universidad con las sedes y seccionales regionales». 

Montoya Restrepo proyecta que la calificación suba para este 2019, pues corresponde reportar iniciativas del año pasado como la conservación del tití gris, la siembra de nuevos árboles, el manejo de palomas, la compactadora de residuos, los nuevos puntos ecológicos y los programas de educación ambiental que se desarrollen, que también pesan en la calificación final. 

Cada año, de manera voluntaria y gratuita, las universidades entregan datos sobre implementación de políticas y programas amigables con el ambiente según las seis categorías mencionadas. La Universidad de Indonesia evalúa estos datos y los soportes asociados (informes, páginas web o fotografías), y le asigna un puntaje a cada institución. Después consolida la información en el escalafón mundial de universidades.

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El ranquin fue creado por la Universidad de Indonesia en el 2010 con el objetivo de resaltar el liderazgo de las universidades frente al cambio climático, la conservación del agua y la energía, el manejo de residuos, las tecnologías verdes entre otras. Ese año solo participaron 95 universidades de 35 países. Mientras en el 2018, participaron 719 instituciones. 

«Estar inscritos en el ranquin es valioso porque permite conocer, de forma integral, los distintos trabajos que viene realizando la Universidad de Antioquia», indicó el ingeniero ambiental Edwin Andrés Mora Aristizábal, coordinador del semillero Aliados con el Planeta.

Estudiantes, aliados indispensables

Integrantes de Aliados con el Planeta junto a la propuesta de pacas biodigestoras.

La participación de los estudiantes de pregrado y posgrado en iniciativas ambientales ha sido crucial en este proceso. Los integrantes del semillero Aliados con el Planeta, que hace parte del grupo de investigación del mismo nombre, tuvieron la iniciativa de entrar al ranquin.

Estudiantes de distintos semestres y egresados se encargaron de recolectar la información, implementar metodologías, diligenciar la inscripción, elaborar los informes y traducirlos al inglés. 

Catalina Ossa, ingeniera ambiental y líder de proyectos del grupo, hizo una invitación para que los estudiantes ingresen a los semilleros y destacó que las acciones que ha emprendido la Universidad no han sido para cumplir con indicadores, sino para mejorar las condiciones ambientales y sostenibles de las distintas sedes. «El ranquin nos permite dar una mirada total sobre el Campus. Podemos considerarlo un laboratorio vivo de sostenibilidad». 

Algunos retos

«Si bien el Campus tiene a su favor una arquitectura que favorece el uso energético y aprovecha la luz natural, hay una tendencia de que las universidades en el mundo generen energía propia», dijo Edwin Andrés Mora, quien resaltó iniciativas como la instalación de sistemas de aire acondicionado que hacen uso eficiente de la energía, el cambio gradual a iluminación de ahorro tipo LED y sistemas eléctricos para el encendido y apagado de luminarias.

La Universidad también cuenta con una experiencia de generación de energía en el gimnasio al aire libre, a partir del ejercicio que realizan las personas. 

En cuanto al manejo de residuos está el reto de mejorar la separación en las zonas comunes para que los residuos no lleguen contaminados a la planta de tratamiento, lo cual exige un compromiso de todos. «En conservación de agua, tenemos que trabajar más en cosas como aprovechamiento de lluvias  y sistemas de reutilización de aguas», añadió Mora.

Para la Universidad de Antioquia los temas de sostenibilidad son centrales, y como tal está planteado en su Plan de Acción Institucional 2018-2021 y en su Plan de Desarrollo Institucional 2017-2027. De hecho, en la visión de la Universidad está planteado el ser «reconocida nacional e internacionalmente por su excelencia académica y por su innovación al servicio de la sociedad, de los territorios y de la sostenibilidad ambiental».

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