Z7_89C21A40L06460A6P4572G3304

Teclas de Ayuda de acceso Rápido

ALT + 1 Inicio

ALT + 2 Noticias

ALT + 3 Mapa de sitio

ALT + 4 Búsqueda

ALT + 5 Preguntas frecuentes

ALT + 6 Atención al ciudadano

ALT + 7 Quejas y reclamos

ALT + 8 Iniciar Sesión

ALT + 9 Directorio telefónico

Letra:

Contraste:

Clic aquí para ir a la página gov.co
jueves, 28 de marzo 2024
28/03/2024
Síguenos
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3305

Opinión

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3307
UdeA Noticias
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3386
Opinión

Una mirada a la crisis migratoria

01/11/2019
Por: Rosa Angélica Zapata Gutiérrez, empleada y egresada

« ...   Pero la realidad es que nuestros hermanos de Venezuela han estado sometidos por muchos años a un régimen de terror, teniendo en cuenta que la lucha ya no es con bayonetas y machetes como en los tiempos del Libertador, y que el gobierno de Maduro está armado hasta los dientes para defender su dictadura... »

En las últimas décadas, la crisis mundial nos está asolando. Los brotes de migraciones musulmanas por causa de la guerra, que comenzaron en Europa hace varios años, están haciendo eco en América y nuestro país Colombia no se quedó atrás con los migrantes de Venezuela.   

Venezuela antes era una nación caracterizada por su alto nivel económico y también fue blanco de migraciones extranjeras. Personas que anhelaban mejorar su calidad de vida e ingresos familiares, entre las cuales estaba incluida una buena cantidad de migrantes colombianos en la década de los 60s. Hoy en día el poderío de nuestro hermano país se ha debilitado, tanto que su gobierno ya ha sido declarado “una dictadura”, todo debido al régimen demoledor de sus dos últimos gobernantes Chavez y Maduro. 

No quiero ni pensar que haría el Libertador “Simón Bolívar” si tuviese la oportunidad de intervenir en nuestros tiempos en semejante escenario. Seguramente ya habría organizado una gran revolución y como diríamos coloquialmente “otro gallo cantaría”. Pero la realidad es que nuestros hermanos de Venezuela han estado sometidos por muchos años a un régimen de terror, teniendo en cuenta que la lucha ya no es con bayonetas y machetes como en los tiempos del Libertador, y que el gobierno de Maduro está armado hasta los dientes para defender su dictadura.     

Ante los ojos del mundo entero y de las distintas organizaciones internacionales, Nicolás Maduro hasta ahora se ha salido con la suya, además de no querer soltar el poder: Primero desterró a los Colombianos sin importarle los vínculos filiales que existían entre las dos hermanas naciones, puesto que muchas familias se quedaron allí sin esperanza, viendo como sus padres, primos, hermanos, tíos, etc., fueron exiliados hacia Colombia, su país de origen. Difamó a los colombianos descaradamente frente al mundo para poder excluirlos y echarlos del país. 

Luego, la misma masa venezolana, llena de horror e ilusión migró hacia nuestro país con el permiso de nuestro actual presidente y bajo la mirada compasiva y atónita de los colombianos. Migraron y muchos de ellos lo hicieron para reunirse de nuevo con sus familiares colombianos, como una tabla de salvación.  Lo que a groso modo ha venido aumentando nuestro nivel de pobreza, desempleo y desesperanza.   

La crisis en nuestro país está cada día peor, al punto de que además de los problemas que ya existían antes de la migración, como la des-financiación de la educación pública, la pobreza y el desempleo que ya mencioné antes y otros asuntos como el de la superpoblación de las ciudades a costa de la devastación de algunas reservas naturales, aumentando el auge y posibilidad de progreso de las grandes empresas constructoras, pero debilitando la calidad de vida de las personas, y dañando la calidad ambiental, entre otras situaciones problemáticas existentes como la inseguridad.

Con una mirada de soslayo, al ritmo del ruido y el smog de los carros, y los rituales matutinos de sus habitantes, se ven las viviendas o tugurios improvisados que de manera creativa hacen algunas familias venezolanas que están invadiendo la zona verde que queda frente a la terminal de transportes del Norte de Medellín, cerca del Parque Juanes. Paradójicamente también cerca de un puesto de la Policía.  

Un panorama estremecedor que no deja de preocupar y que al mismo tiempo genera muchos sentimientos encontrados propios del drama que está viviendo Venezuela, en el cual están involucrados, entre otros problemas de estos hermanos la ruina y la des humanidad: Familias sin techo, sin tierra, sin empleo, la mayoría indocumentados, con las esperanzas agotadas y que todos involuntariamente y sin poder hacer nada pasamos inadvertidos.

Todo lo anterior, representado en unas cuantas familias, es solo un vestigio patético de la dictadura de Maduro. Continuando el viaje se van alejando las tiendas o tugurios improvisados con sábanas viejas y desteñidas y las familias venezolanas que en nuestro contexto son habitantes de calle, desprotegidos y decididos a sobrevivir en este país lleno también de problemas sociales, políticos y económicos que nos les deja casi ninguna esperanza.

Queda por preguntar: ¿Qué harán nuestros mandatarios para solucionar el asunto de los habitantes de calle que no solo habitan ese lugar de la ciudad, también habitan los deprimidos, la zona verde frente a la Plaza Minorista, en el río, en el centro, en los parques de los municipios del área metropolitana y en los barrios de nuestra ciudad? 

¿Qué haremos los colombianos para superar la crisis sin tener que hacer lo que hizo Maduro con los nuestros? ¿Habrá igualdad de oportunidades verdaderamente, tanto para los colombianos, como para los venezolanos? ¿Cómo evitar los celos frente a las campañas que realiza el Estado para beneficiar a los venezolanos, a sabiendas de que los colombianos llevamos años consumidos por tantos problemas socioeconómicos y políticos que cada día van en aumento y parecen no tener solución?

Le puede interesar:


Nota

Este es el espacio de opinión del Portal Universitario, destinado a columnistas que voluntariamente expresan sus posturas sobre temáticas elegidas por ellos mismos. Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los autores y no reflejan una opinión o posición institucional de la Universidad de Antioquia.

Z7_89C21A40L06460A6P4572G3385
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3387
Correo del contacto
[57+4] 219 50 19
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O4
Z7_89C21A40L06460A6P4572G33O6
Lo más popular
Z7_89C21A40L06460A6P4572G3340
 
Universidad de Antioquia | Vigilada Mineducación | Acreditación institucional hasta el 2033 | NIT 890980040-8
Recepción de correspondencia: calle 70 No. 52 - 21 | Apartado Aéreo 1226 | Dirección: calle 67 No. 53 - 108 | Horario de atención
Conmutador: [57 + 604] 219 8332 | Línea gratuita de atención al ciudadano: 018000 416384 | Fax: [57 + 604] 263 8282
Peticiones, quejas, reclamos, sugerencias, denuncias, consultas y felicitaciones
Política de tratamiento de datos personales
Medellín - Colombia | Todos los Derechos Reservados © 2020