Opinión

La agenda 2030 para el desarrollo sostenible adoptada en el año 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas propone 17 objetivos entre los que se encuentra el objetivo 13 de Acción por el clima.

Este objetivo es importante porque se estima que las actividades humanas han contribuido al aumento en la temperatura global del planeta en aproximadamente 1C por encima de los niveles preindustriales, este aparente bajo cambio en la temperatura global conlleva importantes efectos negativos. Por ejemplo, se estima que si la temperatura aumenta 2C el 30% de biodiversidad del planeta correría peligro y, por otra parte, el nivel del mar ya subió 20 cm desde 1880 y se proyecta aumentos entre 30 y 120 cm para el año 2100 (Naciones Unidas, 2018).

Teniendo en cuenta este panorama y la necesidad de tomar medidas urgentes, en el Acuerdo de Cambio Climático en Paris en 2015 (COP21) mas de 175 países se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (García, Vallejo, Higgings, & Escobar, 2016), sin embargo, al sumar estas contribuciones se encuentra que solamente cubren un tercio de las reducciones necesarias para mantener la temperatura mundial por debajo de 2C, por esto el objetivo de la acción por el clima establece entre sus metas el fortalecimiento de la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos, la incorporación de medidas relativas al cambio climático en planes, políticas y estrategias y mejorar la educación respecto la mitigación del cambio climático, la adaptación y reducción de sus efectos .

El cambio climático esta relacionado con las temperaturas extremas, las inundaciones y sequias. Para finales del siglo cabe esperar que se produzca una inundación cada tres y veinte años. La gravedad de los efectos climáticos, como las tormentas, inundaciones, los incendios y el desabastecimiento de alimentos que afrontará la humanidad a finales del siglo, están determinados por las acciones del pasado y las que realicemos hoy y por tanto las generaciones futuras tendrán en gran medida impotencia para afrontar esos problemas (Wagner & Weitzman, 2018). 

Estos problemas que son principalmente de gestión de riesgos requieren de políticas públicas de difícil implementación. Estas dificultades se presentan por varias características propias del problema. Una de ellas es que nos enfrentamos a un problema global, porque sin importar en qué lugar del planeta se emita una tonelada de dióxido de carbono esta genera un fenómeno con consecuencias globales, esta característica genera dificultad para que los individuos, empresas, gobiernos locales y países se impongan límites y reduzcan las emisiones ya que los costos de estas acciones deben ser asumidos por ellos, pero los beneficios son percibidos a una escala global, esto es a lo que en economía se le conoce como el efecto polizón.

Otro factor es que es un problema de largo plazo, es decir, las peores o menores consecuencias de las acciones que tomemos hoy se percibirán en muchos años lo que disminuye los incentivos a tomar decisiones, mostrando que existe una mayor preferencia por los bienes y servicios que podamos consumir hoy que por los que estén disponibles en el futuro. Y uno de los más grandes inconvenientes son las incógnitas e incertidumbre que acompañan al problema, es decir, todos los efectos que aún no sabemos que puedan ocurrir y lo conservadores que suelen ser los modelos de proyección de cambios ambientales y de impacto económico por la incertidumbre y los vacíos de información (Wagner & Weitzman, 2018).

¿Podemos ser optimistas?, si, pero no deberíamos esperar a que se produzcan nuevas tecnologías que solucionen los problemas del calentamiento global y salven al planeta, es necesario insistir en cambios en comportamiento de las personas, especialmente frente a las decisiones de consumo, de movilizarse y de manejo de los residuos, cambios políticos a través de leyes que propendan por el cuidado del ambiente, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la salud y el bienestar de la población. Esto a través de herramientas de incentivos que ayuden a reducir el uso de los combustibles fósiles y a aumentar la importancia de los bienes y servicios ecosistémicos. Asimismo, orientar los modelos económicos de crecimiento considerando propuestas desde la economía circular, la bioeconomía, la economía ambiental y la economía azul.

Colombia, frente a este objetivo de acción por el clima se comprometió con tres acciones: La primera corresponde a realizar acciones tendientes a garantizar un manejo efectivo de desastres para lo cual se estableció como meta la reducción de la tasa de personas afectadas a causa de eventos recurrentes por cada 100.000 habitantes, la cual se pretende que pase de 1.048 a 987 personas en el 2022 y 890.8 al 2030. Frente al cumplimiento de esta meta, el país a logrado una senda de reducción de la tasa desde el 2012 y en el reporte del 2018 presenta una tasa de 1016.9 personas afectadas por cada 100.000 habitantes. La segunda acción se refiere a que al 2030 los 32 Departamentos que componen el país hayan implementado iniciativas de adaptación y/o mitigación al cambio climático en sus instrumentos de planificación y desarrollo territorial.

Esta meta planteó una meta parcial al 2018 de 11 Departamentos la cuál fue superada al lograr para ese año que 21 Departamentos cumplieran con la acción. Finalmente, la tercera acción es el diseño del plan de acción de cambio climático y la implementación de la estrategia de reducción de gases de efecto invernadero-GEI y de desarrollo bajo en carbono. Esta acción establece el compromiso al 2030 de una reducción del 20% en las emisiones totales de gases de efecto invernadero y representa el mayor reto para el país con una economía y sistema de transporte altamente dependiente de los combustible fósiles (DNP, 2019).

DNP. (2019). Acción por el clima - La Agenda 2030 en Colombia - Objetivos de Desarrollo Sostenible. Retrieved August 5, 2019, from https://www.ods.gov.co/es/objetivos/accion-por-el-clima

García, C., Vallejo, G., Higgings, M., & Escobar, E. (2016). El Acuerdo de París. Así actuará Colombia frente al cambio climático. (1st ed.). Cali: WWF-Colombia.

Naciones Unidas. (2018). La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una oportunidad para América Latina y el Caribe (LC/G.2681-P/Rev.3. Santiago.

Wagner, G., & Weitzman, M. L. (2018). What You Can Do. In Climate Shock. https://doi.org/10.2307/j.ctv7h0rzq.11