Generales

Medellín, 14 de agosto de 2020

Por: Astrid Carrasquilla y Kenny Paternina

¿Cómo mantener el vínculo con la comunidad sin estar en territorio? ¿Cómo procurar el entusiasmo de las y los voluntarios en medio de esta coyuntura derivada de la pandemia? ¿Cómo podemos contribuir, desde nuestro saber y nuestra experiencia, en la búsqueda de alternativas para sortear la crisis en un contexto escolar donde las TIC son apenas un anhelo?

Estas y otras preguntas son las que hemos debido hacernos en Barrio U, este laboratorio de la Facultad de Comunicaciones que en 2020 cumple 10 años y que reúne a estudiantes y egresados con interés en la comunicación y su relación con el cambio social, la construcción de ciudadanías críticas y la educomunicación, para materializar proyectos que a su vez den sentido al quehacer como semillero de investigación. 

Nuestro propósito ha sido llevar la universidad a la calle y traer la calle a la universidad para co-crear alternativas interdisciplinares; actualmente contamos con voluntarios de Comunicaciones, Periodismo y Comunicación Audiovisual y Multimedial, pero también nos acompañan personas de Pedagogía, Licenciatura en Filosofía, Trabajo Social y Ciencia Política.

Nos hemos enfocado en los barrios La Cruz, La Honda, Bello Oriente y María Cano Carambolas, donde trabajamos especialmente con población escolar. Entre 2011 y 2016 gestionamos cinco proyectos que permitieron consolidar el grupo, tejer relaciones de confianza con la comunidad y desarrollar procesos en torno a la convivencia escolar, la participación juvenil y la memoria cultural en la I.E. Bello Oriente. Así aprendimos a leer los barrios desde adentro, identificar las circunstancias que favorecen la articulación de actores y ejecutar recursos con eficiencia. 

Nos trasladamos en 2017 a la I.E. Reino de Bélgica, ubicada en María Cano Carambolas, donde conformamos un colectivo de comunicaciones integrado por 20 estudiantes de los grados 7° a 9°, quienes haciendo uso de las TIC y de diferentes recursos narrativos han empezado a mirar con otros ojos su entorno y se han reconocido como actores clave para afrontar los retos de una comunidad que experimenta altos niveles de exclusión social (el Índice Multidimensional de Condiciones de Vida de Manrique en 2018 fue de 37,45%, inferior al 48,77% de la ciudad, según Medellín Cómo Vamos). 

En la institución hemos hecho equipo con el rector, dos coordinadores, tres maestros, la bibliotecaria y el proyecto de convivencia escolar. El 2020 parecía ser un año ideal para llevar a un siguiente nivel el proceso gracias a los avances en esa articulación, pero la pandemia llegó decidida a proponernos nuevos retos. 

¿Cómo estamos afrontando este escenario de pandemia?
No parece fácil el camino para mantener viva y cercana nuestra relación con la comunidad, pero lo que en principio fue un obstáculo se ha convertido en combustible para experimentar algo inédito en nuestra práctica mas no por eso imposible: una suerte de “telesolidaridad” que nos desafía en cuanto única posibilidad para seguir construyendo conocimiento de manera colaborativa. 

Tras el inicio de la cuarentena realizamos un diagnóstico sobre las circunstancias que rodean a quienes integran el Colectivo de Comunicaciones y sus familias. Entre los hallazgos evidenciamos que de los 20 participantes solo 6 cuentan con conexión a Internet, 3 tienen computador y 2 tienen celular propio, los demás deben utilizar el celular de sus familiares para realizar las actividades escolares.   

Frente a estas limitaciones la llamada telefónica ha sido nuestra mejor aliada, así que comenzamos un acompañamiento “uno a uno” para mantener vivo el interés de los chicos y chicas en contar-se de acuerdo con sus propias inquietudes y recursos. A la par se crearon dos comisiones, una para diseñar acciones de cooperación con el cuerpo profesoral en relación con las posibilidades que brinda la comunicación para sus procesos pedagógicos, y otra para apoyar las estrategias de promoción de lectura y escritura, participación estudiantil e interacción con los grupos de interés a través de redes sociales.

Durante este primer semestre también acompañamos a ocho estudiantes de Periodismo y Comunicaciones, quienes desde cuatro cursos diferentes tuvieron en el laboratorio un escenario para desarrollar sus preguntas de investigación; e hicimos una alianza con la Facultad de Educación, gracias a la voluntad del profesor Fernando Zapata, experto en temas de educomunicación y miembro del Grupo de Investigación Didáctica y Nuevas Tecnologías, con quien formulamos un proyecto para la convocatoria BUPPE 2020 con el fin de contribuir a una cultura de paz en la escuela desde la perspectiva de género. Así mismo, entramos en contacto con la Red de Educación en Tiempos de Emergencia para fortalecer nuestro proceso mediante la interacción con otras organizaciones, y hemos empezado a trabajar en la sistematización de nuestra experiencia.

Este año, cuando celebraremos 10 años de extensión solidaria y reflexión académica, no podemos más que agradecer a cada persona que en los barrios de la ladera nos ha permitido aprender y disfrutar, y también a cada voluntaria y voluntario, a los que pasaron y a los que están, por su postura ética, política y activa sobre la comunicación.

Leidy Restrepo, voluntaria del pregrado en Comunicaciones, y Ana Milena Machado, Bibliotecaria de la I.E. Reino de Bélgica, nos hablan sobre esta experiencia en tiempos de pandemia: 

Más información: 

Facebook: https://www.facebook.com/barrio.u.udea/

Blog:  https://proyectobarriou.wixsite.com/induccionbarriou

Contacto:

Astrid Carrasquilla Puerta / Docente Coordinadora 

Kenny Paternina Arroyo / Comunicador 

proyectobarriou@udea.edu.co