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Por: Luisa Fernanda Castañeda Ruda -Facultad de Ciencias Económicas -

 «La orientación al emprendimiento abre las puertas a una educación diferente. Se basa en la perspectiva de liderazgo e innovación y busca ejercer un cambio individual y social». Liznarda Daiana Paloma Caicedo, estudiante del pregrado de Administración de Empresas de la Seccional Magdalena Medio.

Fomentar la cultura del emprendimiento en los colegios no hacía parte de las prioridades académicas que tenían las escuelas colombianas, pero en el año 2006 al implementar la ley 1014 de 2006 las instituciones educativas públicas tuvieron un giro inesperado en sus currículos, tras reglamentar la adopción de la Cátedra de Emprendimiento en sus dinámicas de trabajo.

Designar algunas horas semanales para enseñarle a los jóvenes de noveno, décimo y once cómo formarse para ser empresarios parece fácil, pero en la práctica no lo es. Es por eso que, desde marzo de 2019, Liznarda Daiana Paloma Caicedo y Carmelina Vergara Olivares, estudiantes del pregrado en Administración de Empresas de la Seccional Magdalena Medio de la Universidad de Antioquia, investigan cómo está siendo aplicada la ley en los colegios públicos y privados de Puerto Berrio, Antioquia.

Si bien el objeto de la propuesta por parte del Gobierno Nacional es «Crear un marco interinstitucional que permita fomentar y desarrollar la cultura del emprendimiento y la creación de empresas», la medida también busca reducir los índices de desempleo y generar desarrollo sostenible en el ecosistema empresarial, involucrando el ámbito escolar y el productivo.

En la foto: Carmelina Vergara Olivares y Liznarda Daiana Paloma Caicedo

«Los colegios hasta ahora están adoptando la cátedra a través del material de apoyo que les asignó el Ministerio de Educación, pero no existen lineamientos curriculares que especifiquen cómo aprovechar mejor esta herramienta», afirma Paloma Caicedo.

Caicedo, también se refiere a los urgentes ajustes que requieren los planes académicos dado que: «los estándares de sus currículos no están contextualizados a las necesidades de la región».

Pues bien, los colegios privados del municipio también fueron materia de estudio de las jóvenes al encontrar que algunos de ellos contaban con un énfasis comercial en sus planes de estudio. Al respecto Vergara Olivares admite que: «tanto los colegios públicos, como los colegios privados se concentran solo enseñar temáticas y no en desarrollar procesos para que los estudiantes estructuren una idea y luego la conviertan en un proyecto real de inversión económica».

En este sentido, las dos estudiantes coinciden en que la medida que se debe optar para fomentar el desarrollo del emprendimiento en el municipio, es capacitar constantemente a los profesores, esto permitirá que puedan ser capaces de potencializar las habilidades de sus estudiantes.

Así entonces, las iniciativas gubernamentales en materia de educación empresarial en los colegios no contribuirán al desarrollo económico de las regiones por sí solas. Por el contrario, requieren de una educación de calidad que venga por parte de los profesores, del interés que muestran por aprender los estudiantes y de la articulación de las instituciones educativas con instituciones de educación superior para abrir nuevos caminos a través de la cultura del emprendimiento.

Carmelina y Liznarda investigan cómo está siendo aplicada la ley 1014 de 2006, en los colegios públicos y privados de Puerto Berrio, Antioquia