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Los universitarios al regresar a las sedes de la Alma Máter podrán de nuevo disfrutar de las 82 esculturas que integran el Museo Abierto emplazadas en los espacios físicos de la Universidad, de la cuales se tiene un diagnóstico de su estado y se proyectan un plan de mantenimiento y de señalización.

Este inventario artístico se ha robustecido desde hace dos décadas y demandó en 2019 una inversión de 593 millones de pesos para el análisis del estado de las obras y mejorar las condiciones en que se encuentran.

El recurso invertido abre el camino a un plan de mantenimiento y reparaciones necesarias que garanticen a la Universidad de Antioquia continuar destacándose como la única institución de educación superior pública del país con un gran Museo Abierto.

De acuerdo con el maestro Armando Montoya López «en la primera fase de este proyecto, se ratifica no solo la importancia que representa el Museo Abierto para la plástica y la estética nacional, sino también, el valor como legado de artistas que gracias a su trabajo han trascendido las fronteras nacionales». Entre ellos: Fanny Sanín, Enrique Grau, Manuel Hernández, Pedro Nel Gómez, Fredy Alzate, Enrique Grau, Rodrigo Arenas Betancourt, Eduardo Ramírez Villamizar, Carlos Rojas, entre otros. De hecho, dijo, el Museo Abierto es en sí un repositorio de arte con una diversidad estética característica en cada uno de los autores, que permite leer no sólo el desarrollo de la plástica nacional, especialmente la escultura en espacio público, así como la evolución e interpretación de la realidad colombiana. 

Según Efigenia Castro, gestora cultural del proyecto Museo Abierto, las obras dignifican los espacios físicos de las sedes universitarias y requieren especial consideración. Sin embargo, advirtió, quienes habitan en el campus deben tener más cultura del cuidado y valoración de este patrimonio artístico.

Especialmente porque además del trabajo de limpieza que demandan las obras se necesita reparar daños ocasionados por tachaduras, golpes, pinturas y grafitis; quedó en evidencia las intervenciones indebidas en las esculturas y pinturas que embellecen al campus en Medellín y otras sedes de la Universidad.

A ello se suman los deterioros propios del tiempo como la acumulación de polvo y partículas contaminantes, daños ocasionados por el asentamiento y material biológico de animales como palomas y arañas. También, el desajuste de algunas piezas, poner tornillos y otros aseguramientos técnicos y la corrosión del metal de buena parte de las propuestas.

Nueva señalética 

Reparar y hacer el mantenimiento de las obras emplazadas así como las obras pictóricas y murales que embellecen el campus universitario es un reto e incluye proveer al Museo Abierto de nueva señalética, que contendrá información de los trabajos artísticos y mediante un código QR. 

Los visitantes y la comunidad universitaria podrán conocer más de las obras y de sus creadores, usar el aplicativo para conectar con otra información pertinente y, la Universidad pondrá al Museo Abierto a la altura de los estándares internacionales en materia de información de inventarios artísticos.La Universidad no solo atiende el cuidado de las obras como un compromiso con la infraestructura institucional, con el arte y la estética nacional, sino desde la visión de lo que representa el patrimonio artístico y más aún, de lo que significa.

De acuerdo con Edwin Úsuga Moreno, durante 2019, la Universidad invirtió en 2019, 323 millones de pesos, monto que se espera para actualizar información y el reconocimiento de este patrimonio tanto en su forma física, como en mejoras y actividades relacionadas. 

Así, el reencuentro físico de los universitarios y ciudadanos además del disfrute proveerá de un reconocimiento muy especial estético, con la vida y con la historia, porque como lo dijo la poetisa argentina María Elena Walsh: «nos piden la poca limosna de mirarlas/cuando quieren contarnos un cuento/de la Patria».

Elizabeth Cañas Rodríguez
Profesional de Comunicación Externa